Antes de comenzar su actuación el coro de Valdés rinde homenaje a Carlos Durán El Poti, recordado corista, chirigotero y comparsista fallecido el pasado 13 de febrero. Por él va una actuación que pincha en el primer tango, al revolverse contra las críticas recibidas en su anterior pase asegurando que “ahora cantamos amordazados”. Tan libre es el que canta de exponer su repertorio (como hicieron con absoluta libertad), como aficionados y medios de dar su opinión al respecto, siempre que se haga desde el respeto. Mejora el segundo, para las historias que guardan los mayores, “cachitos del viejo Cádiz que un día con ellos se marcharán”. No cuajan los cuplés, que llegan en tandas de dos.
Lo mejor El sencillo y bonito recuerdo al Poti antes del comienzo de su actuación
Lo peor El enfoque erróneo del primer tango, al confundir una mala crítica con la censura