Los fichajes de invierno realizados por el club cadista mejoraron mucho el nivel de una plantilla que, pese a ello, terminará la liga muy lejos de su objetivo inicial. De los seis nuevos futbolistas que llegaron, cinco de ellos son titulares habituales, como Granell, que ya sea con dos mediocentros o con trivote, el catalán se ha ganado la confianza de Raúl Agné desde que llegó y es un fijo en el once.
“A nadie le hace más ilusión que a nosotros ganar ante nuestra afición y con esa mentalidad encaramos el partido del domingo”, explica el centrocampista, para quien el partido de Melilla era importante, “pero este más”.
Álex Granell, que finaliza su contrato con el equipo gaditano una vez termine esta temporada liguera, espera que el equipo amarillo pueda ganar, pero protagonizando un buen partido para “agradar a la afición”. Y eso es porque “hay pocos clubes en Segunda División B que generen lo que genera el Cádiz y nos debemos a ellos, así que queremos darle a nuestra afición una alegría ganándole el domingo”.