El contratista militar británico BAE Systems se ha adjudicado un contrato con la Marina de Australia para la construcción de nueve fragatas antisubmarino valorado en 35.000 millones de dólares australianos (22.200 millones de euros) al que también aspiraban la española Navantia y la italiana Fincatieri, según los diarios 'Financial Times' y 'The Sidney Morning Herald'.
Los nuevos buques, denominados 'Hunter', se construirán en los astilleros de la localidad australiana de Adelaida y permitirán la creación de unos 4.000 empleos en el país.
Como parte del acuerdo, BAE Systems se hará cargo de la compañía naviera australiana ASC Shipbuilding, actualmente en manos del Estado, mientras dura la construcción de las nueva fragatas.
Según el rotativo australiano, la elección del contratista británico refleja el interés del Gobierno de Australia en estrechar sus relaciones con Reino Unido en un momento de incertidumbre geopolítica.
En este sentido, Michael Shoebridge, analista del Instituto Australiano de Política Estratégica, indicó a 'FT' que la opción de BAE refleja factores emocionales y estratégicos más allá de los elementos técnicos del proceso de adjudicación.
"La colaboración defensiva entre Reino Unido y Australia es antigua y profunda. Existen también muchas emociones en torno al 'Brexit', que pueden haber jugado un papel dado el potencial para una potencial colaboración más estrecha en el futuro", apunta.
Según publicaba el diario Elconfidencialdigital, estaría en “peligro” el megacontrato de Navantia con Australia para fabricar nueve fragatas, una operación en la que “están en juego 22.500 millones de euros. El mayor contrato que haya conseguido nunca una empresa española en el extranjero”.
Según este diario digital, “la oferta de Navantia partía con cierta ventaja” y “la decisión se esperaba para el mes de mayo, pero finalmente se retrasó un mes más. Fuentes de Navantia confirmaron a ECD que habían recibido información de que el anuncio llegaría el pasado viernes 22 de junio. Llegó el día y tampoco hubo noticias al respecto”.
Siempre según este medio, “ahora se sabe que Australia ha ordenado otra moratoria en la decisión, sin establecer un plazo concreto. Fuentes gubernamentales, citadas por medios especializados locales, aseguran que el retraso se debe a que el Canberra estaría intentando introducir a un astillero local dentro del concurso. Como cuarta opción o como opción de subcontrata para la empresa ganadora”.
Sin embargo “no sería este el único problema que pondría en peligro la candidatura de Navantia. Según ha filtrado la prensa local, aludiendo a fuentes de Defensa, que la opción elegida finalmente sería la de la británica BAE Systems y sus Type 26. La oferta más cara y arriesgada, pero también la más ambiciosa y avanzada tecnológicamente”.