Sobre las ocho y media de la mañana de este miércoles, un restaurador que trabaja en los miradores de la calle Obispo Urquinaona se quedó totalmente sorprendido al encontrar en una cuba para escombros procedentes de obras, instalado en la calle Arquitecto Acero, tres candelabros de madera con baño color oro. Inmediatamente, siguiendo el consejo de otro compañero, se llamó a la Policía Nacional para denunciar tal hallazgo. No parecía haber dudas sobre su procedencia: la Catedral de Cádiz.
Este compañero era
Germán Garbarino, especialista en historia y patrimonio local, quien también relató lo ocurrido a través de sus redes sociales a modo de denuncia pública.
Se trataba de tres grandes candelabros “de madera estucada con policromía de oro”, mientras que en uno de ellos se observaba aún un escudo de un Obispo. Lo cual evidenciaba aún su procedencia.
En el lugar donde fueron hallaron se personó un coche patrulla de la Policía Nacional, cuyos agentes al ver los candelabros deciden ponerse en contacto con la propia Seo Catedral, cuyo responsable acude al instante. Según explica Garbarino, en principio señala que no pertenecen a la Catedral, pero se ponen en contacto con el Deán de la misma y luego aparece un empleado que informa que efectivamente sí forman parte del patrimonio de esta institución religiosa, por lo que se les son devueltos.
Por su parte, desde el Obispado de Cádiz explican que “esos candelabros no se tiraron a la cuba por parte de ningún trabajador de la Catedral”, sino “todo lo contrario. Fueron rescatados para realizar a manos de un profesional una valoración sobre si merecían la pena o no ser restaurados”.
El Obispado insiste en que “nadie los ha tirado aunque no sabemos cómo han aparecido en una cuba. Los candelabros estaban pendientes de su valoración. La idea era ver si se volvían a guardar o se restauraban para colocarlos en la Catedral”.
Respecto a su valor señala fuentes del Obispado que “aunque no son de madera noble, tienen valor al ser candelabros tallados, aunque son una obra menor, no tienen el valor de una imagen o de una pintura”.
Por último, el Obispado presentaba una denuncia ante la Policía Nacional, la cual ha iniciado una investigación para esclarecer el presunto delito de “hurto al descuido”. Fuentes de este cuerpo afirman que la denuncia señala que los tres candelabros “habían sido puestos en la puerta de la Iglesia a la espera de que llegara una furgoneta para llevárselos para acometer una valoración sobre si se prestaban a una restauración”.
En este sentido, han indicado que, mientras se encontraban en la puerta, la lateral de la calle Arquitecto Acero, alguien ha debido cogerlos y tirarlos a la cuba de obra, por lo que, tras la denuncia interpuesta, la Policía ha abierto una investigación para esclarecer quién ha podido coger los candelabros de la puerta y arrojarlos a la cuba.