"Vivir en la Grieta es un todo y no es nada", así definía Rocío su primera obra, que se estrenaba hace poco. Con una mezcla de poesía y prosa, el llibro consta de los pensamientos volcados de la autora con la filosofía como leitmotiv. Según nos contaba, todo comenzó cuando empezó a reunir poemas de su época adolescente, a raíz de lo cual siguió trabajando hasta completar la obra.
Siendo profesora de filosofía, Rocío aplica sus ramas y enseñanzas al día a día, algo que queda muy vigente en el libro. A través de esta disciplina trata temas como la salud mental y otros tantos conceptos del mundo moderno. Haciendo referencia al título del libro la grieta, al final, es esa diferencia entre lo bueno y lo malo, entre lo blanco y lo negro, ese punto medio que rompe los extremos y se queda en la mitad. La grieta, en sí misma, es el caos.
¿Y qué es el caos sino una definición de nuestro mundo? Todo es impredecible e incluso conceptos tan matemáticos como la física están sujetos a fallar en cincunstancias concretas. No existe forma de saber lo que va a ocurrir, todos nosotros vivimos en el gris, en esa vorágine caótica sin principio ni final con la que solo podemos coexistir. Al mismo tiempo, es esa aleatoriedad del universo la que nos permite tomar decisiones, aunque luego el puro azar ponga frente a nosotros el peor de los resultados. Eso es Vivir en la Grieta.
En otra línea, Rocío nos hablaba de su oficio, de cómo trabaja con sus alumnos: "los adolescentes son los mejores filósofos, aún tienen la mirada limpia, libre de prejuicios." Por ello, comentaba que le encanta trabajar con chavales y hacerlos debatir, hablar entre ellos y enseñarles que la filosofía, por encima de todo, es una herramienta y no una lección que memorizar. Si a día de hoy nos seguimos preguntando las mismas cosas que nuestros ancestros, solo que con un nombre distinto, es por algo. El preguntarse es inherente al ser humano.
Hay muchas cosas que nos diferencian del resto de animales, como los pulgares oponibles o jugar a los bolos, pero si hay algo que por encima de todo nos hace ser humanos es la consciencia. El ser conscientes de lo que nos rodea es precisamente lo que nos permite disfrutar de un precioso paisaje, de una canción pegadiza o de una excelente película, y alimentar esa consciencia, ese saber, es algo que nos permite crecer como humanos y como seres individuales. He ahí la importancia de la filosofía, de preguntarse y descubrir lo que nos rodea, algo que por suerte profesores como Rocío tienen muy claro.