De un tirón. Así es como puedo definir la lectura de la novela que acaba de publicar el periodista Juanele Zafra llamada “Directamente Encarna Sánchez” y que ha copado la mayoría de los escaparates de las librerías, y los comentarios de los tertulianos televisivos y radiofónicos.
Zafra que es un experimentado periodista que se ha prodigado en los grandes medios, y actualmente es miembro del departamento creativo y de desarrollo de Warner Bros ITVP España, ha frecuentado cenas de gala y fiestas improvisadas, compartiendo mesa con artistas y mantel con líderes de opinión. Lleva a sus espaldas años de reconocimiento pero también de silencio. Esta novela rompe esa tónica para ofrecer confidencias, historias y verdades nunca antes escritas.
El 5 de abril de 1996 fallecía Encarna Sánchez. Más de veinticinco años después, su vida sigue siendo una incógnita. De ella se sabe lo mucho que logra profesionalmente en radio: crear un tono para la madrugada, darle sitio a un público al que se ignoraba en la tarde y hasta crear la tertulia de corazón. Llega a ser la mujer mejor pagada de la historia de la comunicación en España. Con total destreza y sensibilidad entrevista a políticos, empresarios, artistas o anónimos. Trata a las autoridades con el mismo gusto que a los necesitados. Sin embargo, esta mujer tan poderosa pudo cumplir todos y cada uno de sus deseos. Todos. Salvo uno. Y eso la destrozó.
Esta novela es el fruto de una investigación que ha durado años. Nada ha sido fácil. Nadie ha querido pronunciarse, ni interesarse en desvelar toda la verdad de Encarna. Aquella que explica por qué era tan feroz. Pero las hemerotecas y los archivos hablan de los muertos y también de los vivos. Por esta novela desfilan algunas de las personalidades más importantes de este país. Los diálogos, novelados, se corresponden con horas de grabaciones, de entrevistas, de publicaciones que dan validez a los comentarios, sentimientos y acciones que los personajes protagonizan en una España muy distinta a la actual.
Muchas cosas han cambiado desde que Encarna triunfara. Solo una se ha mantenido: el miedo a hablar de ella. Todo eso termina hoy. Aquí y ahora. Directamente, Encarna Sánchez.
