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Andalucía

El 'caso Odyssey': desidia y desinterés

La tripulación de Odyssey estuvo en Gibraltar durante años pero nadie solicitó su declaración ante la Justicia europea

Publicado: 25/10/2021 ·
20:56
· Actualizado: 25/10/2021 · 21:11
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  • Barco de Odyssey. -

El  procedimiento que la Audiencia Provincial de Cádiz acaba de cerrar solo es consecuencia de un mal hacer desde el principio, dirigido por gentes afines al entonces Gobierno andaluz que, posiblemente, esperaban este resultado, dado el comportamiento de los Estados Unidos con sus nacionales en temas de extradición; pero esto ya se sabía desde hace lustros. No es cierto que la administración, ninguna de ellas, denunciase a nadie; no, no fue así: la denuncia o querella la puso una empresa de arqueología de Málaga, que no puede hacer su trabajo sin los permisos de la Junta de Andalucía y que, por lo tanto, es presa de ella. Así, daban la cara unos particulares para tratar de exigir responsabilidades con la boca pequeña, pero sin mostrarse uno de los cómplices de este expolio, como fue el entonces Departamento de Cultura de la Junta de Andalucía. Y demandaron al director de la empresa Odyssey Marine Exploration, Greg Stemm, solo a él, por un presunto delito de expolio en aguas españolas: algo así como disparar un tiro al aire. Sin embargo los que participaban en los expolios eran muchos con nombres y apellidos; incluso, uno de los más importantes era español con residencia en Galicia, pero ni la Fiscalía ni la Abogacía del Estado, ni las Fuerzas de Seguridad pidieron su declaración, a pesar de que el abogado de la acusación particular lo había solicitado, no sé con cuánta intensidad. En Gibraltar estuvo la tripulación durante años, en unos tiempos en que estaban sometidos a la Justicia Europea, pero tampoco nadie solicitó la declaración de ninguno de ellos. Lo que demuestra, una vez más, ahora ya refrendado por el ministro de Cultura entonces, Cesar Molina, la negligencia: “el expolio de Odyssey fue permitido por el Estado de alguna manera. No conté con ningún apoyo del Gobierno en este asunto. Fue una omisión total; les daba igual; les molestaba. Había muchos líos con la Junta de Andalucía, porque no tenían ganas de pelearse con ellos. Y, luego, cosas muy raras, muy raras”. Desidia y desinterés “Siempre me he preguntado quién estaba detrás de esto, qué motivos había para esta inacción y por qué no se ha llegado hasta el final. Las respuestas pueden ser desde económicas, de influencias de países más poderosos o, lo que yo creo, de desidia. Desidia, desinterés. Parece que este expolio no le importaba a nadie. Incluso un periódico, cosa que sigo sin comprender, se opuso”.  “Es una vergüenza que nadie se haya ocupado de seguir la demanda. No se han presentado testigos, no se ha dado un solo paso y se ha dejado morir el caso. He dicho que es una vergüenza, pero en realidad lo que es es -culposo-. Este desenlace confirma lo que siempre dije: aquí alguien o algo protegió a Odyssey. Ya quisiera saber quién se movió en nuestra contra. Me contaron cosas rarísimas sobre servicios extranjeros, pero nunca oficialmente, siempre a escondidas, contradictorias. Pero si hay una razón de Estado, hay que informarle a un ministro. En la primera semana ya advertí de que alguien saboteaba el caso Odyssey desde casa. Todo vino horriblemente embarullado. Había líos con la Junta de Andalucía, todo el mundo se nos puso en contra. La Junta solo ponía problemas. Hubo un periodista que nos hizo la campaña en contra: trataba a Odyssey de valientes arqueólogos que hacían el trabajo que la Marina española no hacía”

Por eso, cuando en el diario El Faro del Campo de Gibraltar y los medios del grupo Información empezamos a escribir sobre ello, y decíamos cosas como las que ha contado el ministro ahora, teníamos razón en nuestras apreciaciones y, por ello, nos pusieron dos querellas criminales que los jueces no atendieron por ser absurdas. Poco a poco el tiempo nos va dando la razón, y el periódico El Faro se convierte en eso, en el verdadero faro de aquel asunto. A tenor de lo dicho por el ministro, solo la presión mediática, encabezada por El Faro Información, lograron que este asunto llegase a los tribunales americanos y que nos devolviesen parte de lo expoliado. Sin nuestras investigaciones y publicaciones no hubiera habido caso Odyssey y todo se lo hubieran quedado los expoliadores. Sin embargo, como decía el gran Cela, en España, el que resiste gana.

 

Pipe Sarmiento, especialista en Derecho Marítimo. Escritor y periodista. Fue el descubridor del caso Odyssey e impulsor de las reformas que se hicieron en el ámbito marítimo

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