Miles de notas musicales se escriben cada día sobre cinco líneas en blanco. Mentes efervescentes que crean melodías para deleite de todos nosotros. Un noble arte el de la composición que tiene en la ciudad de Jerez una de sus importantes cunas. La ciudad del vino ha dado a lo largo de su historia muchísimos compositores hasta la actualidad, en el que tenemos a Nuria Núñez como mayor exponente, una compositora que recientemente ha recibido el Premio Reina Sofía de Composición Musical convocado anualmente por la Fundación de Música Ferrer-Salat y tiene una dotación de 100.000 euros, un galardón que, según nos explica la compositora, “es el premio que tiene una mayor dotación económica en toda España y Europa y premia el reconocimiento a una obra orquestal”. Tal y como aclara, se trata de un reconocimiento que se entrega de una forma “ciega, por lo que las obras que se presentan son en cierta manera anónimas, por lo que es un reconocimiento a un oficio, a un bien hacer”.
Este premio le ha sido entregado por su obra orquestal Enjambres, una obra que “intenta traspasar de alguna forma o traducir el funcionamiento de un enjambre en movimiento, es un macroorganismo que trabaja en pos de la especie. Todas estas cuestiones me las llevo a la música con los timbres orquestales y se van creando líneas melódicas en el tiempo”, explica Nuria Núñez sobre esta obra inédita -puesto que todas las que se presentan a este concurso han de seguir este requisito- que sigue la línea de música programática, que no es más que el tipo de obras que tienen por objetivo evocar ideas e imágenes en la mente del oyente, representando musicalmente una escena. Un estilo que se ha venido dando sobre todo en la música contemporánea, una corriente a veces denostada, pero para la que esta compositora asegura que “no necesita de experiencia previa; hay que ir a escuchar sin expectativas, hay que dejarse llevar por la sensualidad de los diferentes lenguajes. Hay que disfrutar de las partes que más te gusten, hay multitud de estéticas dentro de este estilo musical”. Enjambres se trata de una obra cocinada a fuego lento y que la propia Nuria Núñez asegura que es “redonda”, en parte, gracias a que “la empecé en 2015, llevo muchísimos años con ella y la empecé por la pura alegría de escribir, sin compromisos y me dediqué a reflexionar sobre ella, a dedicarle tiempo a cada detalle y es más fruto de la perseverancia que de otra cosa”.
Una vuelta a sus orígenes
Una obra que más allá de su aspecto programático; se trata de una vuelta a los orígenes de la compositora, una forma de retrotraerse y mirarse dentro de sí misma puesto que esta compositora estudió veterinaria e incluso llegó a trabajar como tal, todo ello “antes de dedicarme a la música, por lo que ese interés me venía de serie, pero durante muchos años he dirigido mi mirada hacia otro lado”.
En este sentido, la compositora tiene claro que también es necesario posicionarse a nivel artístico sobre lo que pasa en nuestro entorno, un aspecto que sale a relucir sobre todo en “estas obras que no tienen texto en las que yo lo que intento es trabajar con procedimientos del mundo animal porque me fascina cómo funcionan estas pequeñas sociedades. Me interesan los procesos metabólicos de nuestro organismo, la naturaleza me interesa mucho. Esto es también un posicionamiento, a favor de la ecología. Para mí, es lo que me mueve a escribir”, explica Núñez Hierro sobre la razón de su obra que podrá escucharse en el mes de octubre, cuando esta obra será estrenada por la Orquesta Sinfónica de Radiotelevisión Española (Ortve) en el Teatro Monumental de Madrid.
¿Cómo fue ese momento en el que le comunican que ha sido galardonada? “Ha sido un boom, el teléfono arde. No me esperaba ganarlo porque otros años se han premiado obras más masivas y mi obra es puramente orquestal y hay mucha competencia. No se sabe cuantos compositores se presentan, pero a juzgar por los que estamos en activo entiendo que rondarán los 100 pero a ciencia cierta no lo sé”, explica Nuria Núñez, sin perder de vista la complejidad que entraña presentarse a esta convocatoria. “Implica hacer una obra orquestal sin estrenar y esto no es algo que podamos hacer de forma habitual, es complicado. Normalmente es raro que un compositor tenga mucho tiempo, no tenga ningún encargo. Yo durante años siempre le dedicaba algunos meses o ratos… intentaba abrir alguna ventana de tiempo al año para dedicarle, pero sin perder la agilidad con el lápiz”.
El sueño de interpretar su obra en el Villamarta
La compositora jerezana no deja de mirar de reojo a su tierra, en la que desgraciadamente, “aún no se ha dado la ocasión de que salga algún proyecto en el Teatro Villamarta”, explica Núñez Hierro con ilusión de que alguno de ellos se materialice en su ciudad.