Fernando Alonso continúa lanzando mensajes de tranquilidad, de que se mantienen los planes originales del equipo y que las únicas consecuencias de las roturas de los motores de Malasia y ayer de China, es que los de los viernes tendrán que hacer un mayor número de kilómetros, pero siempre dentro del límite establecido de 2.500 por unidad.
En la época en que vivía el Commendatore Enzo Ferrari, falleció en agosto de 1988, los motores Ferrari nunca se rompían, porque cuando lo hacían no lo era con la espectacularidad de ahora, siempre se buscaba alguna excusa para justificar el abandono, que en cualquier caso nunca era del motor fabricado con mimo en Maranello.
Ahora la escudería sigue por el mismo camino y aunque no quede mas remedio que reconocer la rotura del mismo, bien sea por un sensor o un problema hidráulico, se siguen lanzando mensajes de tranquilidad, pero la realidad es que de los tres motores utilizados por Fernando Alonso, en tres Grandes Premios y la jornada de entrenamientos libres del cuarto, lo cierto es que dos se han roto y según el reglamento le quedan cinco a estrenar para dieciséis carreras, incluida la del domingo.
Realmente si no tuviera más problemas tendría motores suficientes para terminar la temporada sin tener que usar un noveno que le supondría la perdida de diez puestos en la formación de salida la primera vez que le usara y también es cierto que en circuitos como Mónaco o Hungría, donde el motor no se castiga, podrían utilizarse unidades con mas kilómetros, pero el límite de error es cero.
Otro de los aliados que puede tener Fernando Alonso para los motores de Ferrari es que casi con toda seguridad mañana domingo va a llover durante la carrera, lo que haría que el motor no sufriera mucho.
Pero mientras queden motores hay esperanza y en ellas se centra el conseguir un buen resultado aquí en China y parece que es mas que factible y que Fernando Alonso puede salir de aquí como líder del mundial y llegar en esa posición al Gran Premio de España.