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Punta Umbría

Unos toros muy propicios dejan en evidencia a los toreros

Ni una vuelta al ruedo, ayer en Las Ventas, en una corrida, sin embargo, con toros muy propicios que dejaron en evidencia a los toreros, sobre todo a los dos primeros.

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Ni una vuelta al ruedo, ayer en Las Ventas, en una corrida, sin embargo, con toros muy propicios que dejaron en evidencia a los toreros, sobre todo a los dos primeros.

Cuesta decirlo por ser modestos. Pero no valen tapujos. Los toreros se han dejado ir la oportunidad de su vida, a salvo de la crítica el más joven de la terna, con un lote mucho peor.


Y no es que Picazo haya estado lo que dice mal, no. Pues en ocasiones hasta ha pegado pases buenos. Por ejemplo, al primero.

Lo que ha ocurrido es que ha estado insuficiente en comparación con el torrente de clase y bondad que tenía el toro. La faena, larga y con poco ritmo, también sin unidad, con muchas desigualdades y alguna que otra interrupción.

En la situación de Picazo, dado lo poco que torea, valdría decir que estuvo digno, pero ese término no es nada más que un eufemismo que disimula otras carencias básicas para aspirar a algo importante en la profesión de torero, por ejemplo, la disposición y la capacidad de resolver.

Pero mucho peor fue lo de Emilio de Justo, que lejos de aprovechar también la excelente condición de su primero, se lo dejó vivo. El toro con más posibilidades, hay que advertir, de los seis que saltaron al ruedo, se fue sin torear. Así como suena.

Lancho se salva, pues sus toros no ofrecieron tan claras posibilidades. Y es más, su primero fue un pájaro, amagando constantemente para echarle mano.

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