Un juez ha enviado a juicio al trapero Morad, acusado de calumniar a un mosso d'esquadra, que pide que se le condene a dos años de cárcel por grabarle cuando le multaba por tener el coche mal estacionado y colgar las imágenes en sus redes sociales en un vídeo en el que le tildaba de "abusador de menores".
En un escrito, al que ha tenido acceso EFE, el titular del juzgado de instrucción número 4 de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) acuerda abrir juicio oral a Morad, un exponente de la nueva generación de la música urbana española, por un delito de calumnias contra un funcionario público y, subsidiariamente, por un delito de injurias a miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
Como medida cautelar, el juez exige a Morad que aporte una fianza de 12.000 euros, para afrontar las eventuales responsabilidades civiles, con la advertencia de que si no lo hace se procederá al embargo de sus bienes hasta cubrir esta cantidad.
El agente de los mossos, representado por la abogada Sandra Melgar, del bufete Aranda, Melgar & Tasies en nombre del Sindicato de Policías de Cataluña (SPC), pide en su escrito de conclusiones, al que ha tenido acceso EFE, que se condene a Morad a dos años de cárcel por un delito de calumnias con publicidad contra funcionario público.
Asimismo, solicita una indemnización con un total de 10.950 euros, por los daños y perjuicios que le causó, las secuelas sufridas y por el daño moral.
En la misma línea, la Fiscalía, en un escrito al que ha tenido acceso EFE, solicita para Morad una condena de un año y nueve meses de cárcel por el mismo delito de calumnias y que se indemnice al mosso con 7.950 euros.
Los hechos ocurrieron el 27 de abril de 2022, hacia las 19.00 horas, cuando una patrulla de agentes de los Mossos se dirigió hacia Morad en el barrio de la Florida de L'Hospitalet para multarle porque tenía el coche mal aparcado.
Según sostiene el escrito de acusación del agente, el acusado faltó al respeto a su compañera de patrulla -a la que le dijo: "que guapa que eres coño"- y se negó a identificarse, mostrando una actitud "desafiante" hacia ambos policías.
Posteriormente, ambos agentes informaron a Morad de que procederían a sancionarlo administrativamente, al estacionar en un sitio no apto para ello, y por faltar el respeto a la agente, momento en el que el trapero se dirigió al mosso, le dijo "abusador de menores", se acercó a él y procedió a grabar sin su consentimiento ni autorización su intervención.
Según detalla la Fiscalía en su escrito de acusación, Morad grabó entonces con su móvil la intervención policial "a escasa distancia" de la cara del agente, haciendo su identificación y reconocimiento "perfectamente visible".
Minutos después, Morad, "movido por la finalidad de lograr la mayor difusión posible de la imagen y aspecto" del mosso, que había actuado según la Fiscalía "en el ejercicio legítimo de sus funciones" y que se encontraba "debidamente uniformado", colgó el video en su cuenta de Instagram, en la que en este momento tenía 1,9 millones de seguidores, con el objetivo de "vilipendiarle" y de que el agente fuese objeto "cuando menos de insultos y escarnio" tanto en redes sociales como en su vida privada.
Según la Fiscalía, Morad actuó de esta forma para atentar contra la "reputación y dignidad" del policía.
En el vídeo -que estuvo colgado en Instagram durante 24 horas-, aparecía la cara del agente discutiendo con Morad, quien, de forma "humillante" e "imputándole conductas delictivas falaces" al policía, según la Fiscalía, añadió frases en la publicación como "este policía se dedica a pegar a los menores de edad y abusar de la gente del barrio...deja de abusar de los niños pequeños...decirle que pare ya de pegar a los niños, que pare ya de abusar".
Morad también publicó dos fotografías donde aparecía el agente de cintura para arriba y en las que se podía ver su cara perfectamente identificable, con el siguiente texto: "Abusón!! Deja de pegar a los menores de edad del barrio, deja vivir a la gente corrupto ladrón y abusonnn", así como "Abusador de menores de edad, abusón!!!".
Debido a estos hechos, el agente sufrió un cuadro ansioso depresivo con fobias por el que tuvo que coger la baja laboral temporal y no pudo ejercer sus quehaceres habituales durante 30 días.
En marzo del pasado año, Morad fue absuelto por falta de pruebas en un juicio en el que la Fiscalía le pedía dos años y medio de cárcel acusado de intentar entrar a robar en una vivienda y amenazar de muerte a un vecino que lo sorprendió, en febrero de 2018.
Durante la etapa de restricciones por el coronavirus, Morad también fue detenido, en julio de 2021, por saltarse el toque de queda, junto a unos amigos, y agredir supuestamente a los agentes que les recriminaron su actitud.