En una presentación que ha contado con la asistencia del sumiller Josep Roca, Bodegas Barbadillo ha dado a conocer el proyecto de colaboración en el que Celler de Can Roca y la antigua casa bodeguera sanluqueña han dado forma a un nuevo licor que sustituye el contenido de una antiquísima bota de cacao que aún continuaba guardada en la casa. Se trata del Atamán Cacao.
El nuevo licor, obra de Esperit Roca, el atelier de licores del Celler, se cría desde hace un año aprovechando la antigua barrica, que ha sido vaciada completamente. El antiguo cacao ha sido embotellado en una nueva edición de “BOTA ÚNICA” de Bodegas Barbadillo, la propuesta a través de la cual vasijas singulares de la antigua firma llegan a manos de consumidores deseosos de conocer los secretos mejor guardados de los cascos bodegueros del Barrio Alto sanluqueño.
Atamán es la marca bajo la que se compartió por primera vez en 2017 una pequeña cantidad de medias jerezanas de viejos licores y vinos aromatizados. El lleno final que ahora se prepara para salir al mercado, da como resultado una tirada de 600 jerezanas que serán puestas a la venta próximamente.
El nuevo licor, enviado a Sanlúcar desde Girona hace un año, pudo ser catado por primera vez en un acto de presentación al que acudieron 15 profesionales de la restauración invitados al evento. En la cata comparativa, pudo comprobarse como la presencia del cacao era mucho más evidente en el nuevo cacao que en el antiguo, donde el paso de los años había hecho efecto llevando aromas y texturas a comportamientos casi desconocidos en el mundo de los licores.
La historia del Cacao Atamán bien podría ser el guión de una novela de misterio. Una marca registrada en 1943, una bota olvidada desde la década de los 70 del siglo pasado, evaporación, concentración y una receta perdida. La participación del Celler de Can Roca y sus expertos de Esperit Roca terminan por dar una segunda vida a una barrica única mientras que el viejo contenido salvado hasta nuestros días, llegará a los aficionados en los próximos días.
Respecto a la nueva formulación, Pitu Roca comentaba en la presentación que “Lo primero que nos preguntamos fue cuál ha sido la evolución del concepto de cacao, como era un licor de cacao hace 40 años y como lo es ahora. Esta sinergia entre Gerona y Sanlúcar nos ha permitido recuperar la memoria antigua de una bota y rejuvenecerla con el nuevo líquido. El resultado es un licor rico, sabio y exuberante”.