El Algeciras ha derrotado este sábado al Córdoba en un verdadero combate de pesos pesados y da un golpe sobre la mesa, con quince puntos en las primeras siete jornadas e invicto hasta el momento.

Ambos se comportaron como boxeadores de la máxima categoría, en un combate que, a pesar de tener un ritmo alto, no dejó muchos tiros a puerta y sí mucha inquietud en torno a las áreas y una vigilancia muy adelantada que castigaba los errores ajenos.

En esos combates el K.O. suele llegar así, aprovechando un fallo del rival, y así fue el gol de Iván que no sólo mantiene al Algeciras entre los mejores, sino que supone un golpe directo al equipo que le seguía en la clasificación, al que aleja a seis puntos.

La primera media hora discurrió casi al completo sin que se viesen disparos a puerta, pero los acercamientos de ambos eran continuos. Los dos plantearon un partido con ritmo alto y con la presión muy elevada, poniéndose al límite mutuamente.

Y ante ese riesgo continuo llegó el error de Carlos García que permitió al Algeciras adelantarse. Fue en una cesión a la altura del balcón del área que se quedó corta e Iván, muy atento, robó, fintó al portero en la frontal y anotó a puerta vacía.

Más de una vez estuvieron a punto los albirrojos de repetir una acción similar a la del gol, si bien el cuadro cordobesista no se entregó y siguió acercándose, retomando el intercambio de llegadas a un ritmo alto que se mantenía antes del gol.

El primer remate entre los tres palos del equipo visitante no tuvo excesivo peligro, con un remate de cabeza algo forzado de Simo que detuvo Lucho.

El Córdoba salió algo más dominante en la segunda parte y fruto de ello casi empata en el 54’, pero le fue anulado el gol por fuera de juego de Toril cuando cabeceó a gol un centro de Calderón desde la izquierda.

Con todo, el Algeciras seguía también presionando arriba y llevando peligro al área rival para no dejar jugar con comodidad a su rival.

Cuanto el conjunto cordobés más apretaba, Mario estuvo a punto de sentenciar, pero después de hacerle un globo al portero, su remate no fue certero y Gudelj evitó el gol.

El conjunto blanquiverde insistió y dio el gran susto en el 87’, con un disparo de Zalazar que desvió Lucho y en el rechace, Calderón, tras recibir el pase de la muerte, remachó a gol, pero de nuevo en fuera de juego.

La despedida del equipo, en plena comunión con su afición, no ha sido más que un gesto de ese enamoramiento que disfrutan ahora mismo, en un arranque de liga fulgurante.