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Campo de Gibraltar

Casi 8.000 euros en la sanidad privada para salvar a Iker por no ver el SAS su peritonitis

La madre, Laura Gil, relata el calvario que pasaron durante el ingreso del joven de 16 años en el Hospital de La Línea

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  • Íker, con su madre Laura. -

La familia de Íker, linense de 16 años, ha tenido que desembolsar casi 8.000 euros en cirugía y tratamientos en la sanidad privada, sin contar con seguro médico, para poder salvar la vida del joven, que tuvo una in fección aguda con peritonitis que en el SAS no pudieron detectar durante su ingreso en el hospital de La Línea.

Laura Gil Herrera, madre de Íker, relata el calvario por el que pasó el niño, que padece TDAH, durante su ingreso. Cuando todo comenzó, estaba con su padre. “Empezó a sentir fuertes dolores abdominales, en el lado derecho, e iba inclinado hacia adelante”. En el hospital, le realizaron un análisis de orina, pensando que podría ser una infección de orina, y quedó en observación durante la noche, realizándosele varias pruebas que, sin embargo, no dieron con el problema real.

Por la mañana, Laura lamenta que querían dar de alta a su hijo tras haberle suministrado solo paracetamol, a lo que ella se negaba, lo que le llevó a tener un altercado con los profesionales del SAS.

Finalmente, la familia tuvo que acudir a la sanidad privada ante el progresivo agravamiento de la situación de Íker, y fue en un hospital privado del Campo de Gibraltar donde le detectaron una peritonitis aguda con perforación, lo que hacía temer incluso por su vida. Es por ello que lo que arrancó como una consulta de 120 euros acabó derivando en costosas pruebas y una cirugía de urgencia con la que lograron salvar a Íker, pero que ha provocado un fuerte agujero económico en esta familia.

Y es que el montante de los tratamientos se eleva, indicó Laura, a casi 8.000 euros, que espera que el SAS le reembolse tras los pertinentes trámites dada la situación vivida, que para ella es una tremenda negligencia.

Pero lo peor no fue el aspecto económico. “Fue una pesadilla, una semana ingresado, y a los tres días de nuevo ingresado con dolor”, relató.

Su propia experiencia hizo a esta madre identificarse con el caso de Alejandro, el joven de 35 años que, tras una supuesta cadena de negligencias, también en el hospital de La Línea, acabó un mes en coma, aunque ahora está empezando a recuperarse poco a poco. Laura estuvo presente para acompañar a la familia de Alejandro y a la coordinadora en defensa de la Sanidad Pública del Campo de Gibraltar en la concentración que organizaron el pasado jueves a las puertas del hospital Punta de Europa, donde se encuentra ingresado el tarifeño desde hace más de un mes.
 

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