Los comerciantes del mercado de La Concepción de La Línea se acercan al final de su mudanza temporal al paseo de la avenida 20 de abril, donde llevan ubicándose desde el inicio de las obras del mercado. Ahora ven el momento con preocupación por la propuesta del Ayuntamiento de incrementar hasta un 833% las tasas por el alquiler de los puestos en el nuevo edificio, cuyos trabajos están en el tramo decisivo.
La pasada semana, tras una reunión con el Ayuntamiento en el que se les trasladó la propuesta de subida del alquiler, los representantes de los comerciantes se levantaron de la mesa antes de tratar más puntos para compartirla con sus compañeros, ya que entendían que era "inviable" para todos. Según los propios afectados, el equipo de gobierno manifestó entender que el incremento podía resultar alto y el propio alcalde, Juan Franco, aseguró en una comparecencia que tenían poco margen, toda vez que el propio Consistorio corre con los gastos de recogidas de basuras y residuos.
Luis Gil, presidente de la asociación de comerciantes del mercado, explica que aún no han amortizado el esfuerzo económico realizado por los propietarios de los negocios para adaptarse al espacio provisional y esto supondría "un doble gasto" inasumible para ellos. "Si desde 2001 no se suben las tasas no es culpa nuestra y si una corporación, por las connotaciones sociales no la han querido subir, no me vale", contraviene el representante de los empresarios. Hasta ahora, según el negocio, podían pagar entre 70 y 80 euros, pasándose ahora a 496 por puesto.
Pese a todo sí están de acuerdo en que los alquileres sean más altos que lo que pagaban en el mercado antiguo, ya que entienden como "irrisorios" los precios que mantenían, por lo que su crítica se focaliza en lo abrupto de la subida. "Es inviable traslardanos al mercado nuevo con esos precios", destaca.
Rosana Torres, propietaria de una tienda de comida preparada, muestra también su preocupación particular y por sus compañeros. "Yo tengo dos puestos, que serían mil euros y junto a gastos del negocio serían más de 2.000 euros, es inviable", comenta. Según sus palabras, gastó 3.500 euros para poder instalar su negocio en el mercado provisional, una inversión que no ha recuperado. Ahora, tendría que gastar "entre 15 y 20 mil euros" entre nevera, vitrina y diversos servicios para adecuar el nuevo espacio en el edificio renovado, con unas medidas distintas a las habituales. "No hay debate porque podemos demostrar que no es viable", lamenta.
Torres pide al Ayuntamiento un precio "razonable" para que los negocios echen a andar y así "recuperar la inversión", después de un período aciago en la avenida 20 de abril, con mucho menos tránsito de clientes. "Nos sentimos engañados", asegura tras haber perdido "al 80% de la clientela". Además de la bajada de ingresos de manera orgánica, el emplazamiento sufre fuertes rachas de viento cuando el temporal de levante o poniente azota, incluso mojándose por dentro los locales con la lluvia.
