El debate sobre el impacto negativo de la pornografía en los jóvenes que la toman como referente para la sexualidad es recurrente. Titulares llamativos con algo de verdad y un punto de sensacionalismo contribuyen a un alarmismo en los progenitores.
Para echar una mano a los padres y madres, el Colegio de Médicos de Cádiz ha organizado varias jornadas de formación destinadas a personas con hijos a partir de ocho años, la última de ellas este miércoles en Los Barrios.
El encargado de las charlas es Borja Rodríguez, terapeuta sexual y psicólogo, con amplia experiencia en formar tanto a los propios jóvenes como a sus padres -sobre todo a madres, las que más asisten-. "Defiendo que la sexualidad se puede hablar desde bien pronto, siempre adaptado a las diferentes edades", expresa este ceutí residente en Málaga en una entrevista en el programa 'La comarca de cerca' en 7TV Campo de Gibraltar.
El propio debate de si la sexualidad debe ser explicada a los menores en los colegios o en casa ha creado un caldo de cultivo perfecto para que la pornografía se abra camino. Rodríguez considera que "el consentimiento y la responsabilidad" son los puntos clave que deben aprender los jóvenes y que cuanto antes se les hable de ello, más fácilmente irán interiorizando los conceptos y aprendizajes a lo largo de su vida.
"Hay padres y madres que tienen que romper sus propios estereotipos", asegura este terapeuta sexual sobre el miedo de las familias a "fomentar" las relaciones sexuales en sus hijos. "Las va a tener queramos o no cuando estén preparados, pero lo importante es que tenga esa información para que cuando llegue el momento lo hagan de manera responsable y placentera", argumenta. El conocimiento sobre saber poner los límites que ellos deseen y conocer los métodos anticonceptivos para prevenir infecciones de transmisión sexual son imprescindibles.
En sus jornadas con jóvenes de terapia, Rodríguez destaca que encuentra chicas que se ven identificadas como víctimas de violencia sexual y chicos que la infringen, aunque no lo sepan. "Muchas tienen normalizado el dolor en las relaciones y, aunque no lo cuenten, ves miradas entre ellas, codazos...", asegura.
Sobre los titulares que claman porque niños desde los ocho años consumen porno, Rodríguez matiza que no significa que lo consuman aunque ya hayan podido tener un primer contacto. En este caso, suelen prevalecer personas cercanas o anuncios en Internet. "Aunque conocerlo y saber que es algo prohibido puede generar interés", matiza.
Borja Rodríguez aboga por la necesidad de una educación sexual integral, que incluya aspectos adicionales y transversales a la sexualidad como la afectividad, la ruptura de tabús o de roles asumidos por la sociedad para hombres y mujeres, tanto en relaciones heterosexuales como homosexuales o de cualquier otro tipo, incluyendo personas trans o que no entran en los cánones que la propia pornografía fomenta.