Tres horas y media estuvo cortada durante la mañana de este jueves la autovía A-7 por los trabajadores de la planta de Acerinox en Los Barrios. Hacia las 11.00 horas finalizó la movilización, que arrancó a las 7.30 horas después de una asamblea donde la plantilla, después de ser informada por el comité de huelga del resultado de la reunión de ayer en el Comité Andaluz de Relaciones Laborales (CARL), decidió realizar la invasión de la carretera.
La marcha arrancó con tensión, teniendo aún en el recuerdo los disturbios de la última movilización en la vía, que acabó con los antidisturbios lanzando gases lacrimógenos y pelotas de goma. No se descartaba que pudieran replicarse aquellas escenas. Al llegar al asfalto, los manifestantes apreciaron que que no había ningún coche a la vista en toda la recta junto al polígono de Palmones, por lo que algunos temieron una posible encerrona. Sin embargo, los agentes solo habían detenido el tráfico más lejos. Por ejemplo, en sentido Málaga se realizó el corte unos metros antes de la vía de servicio de acceso a la zona industrial.
Mientras un grupo más reducido se quedó en el punto de incorporación a la carretera, el resto avanzó hasta el punto donde estaban los coches.
Durante todo el proceso, hubo otro sector que se mantuvo a las puertas de la factoría: el comité de huelga. Los miembros de ATA y el resto de sindicatos aguardaron allí para evitar ser relacionados con la movilización y posibles derivados, ya que varios de ellos tienen aún causas abiertas en el juzgado de Algeciras por una de las anteriores movilizaciones. Los miembros 'castigados' volvieron a compartir en redes sociales una publicación en la que muestran su indignación con que la empresa mantenga el señalamiento hacia ellos: "Nos siguen impidiendo que nos manifestemos con nuestros compañeros. Seguimos imputados por los primeros cortes de autovía. Piensan que callándonos a nosotros van a parar a una plantilla de 1800. Ni un paso atrás", señalaba el secretario del sindicato mayoritario, José Antonio Gómez Valencia.
En declaraciones a 7TV, Gómez Valencia aseguró que, tras el fallido primer acercamiento en el CARL del miércoles, "se acabó la buena voluntad" por parte de los trabajadores. "No vamos a sentarnos a negociar mientras no retiren todas las demandas activas", aseguró el representante sindical. Igualmente, aseguró que uno de los requisitos que exigirán a partir de ahora será el cobro del salario del mes que lleva durando la huelga.
La compañía planteó el miércoles retirar las demandas contra los miembros del Comité de Huelga de CCOO, USO y UGT por "huelga abusiva", pero mantener la de "huelga ilegal". Esa condición, considerada inaceptable, obviamente, por el sindicato ATA, el afectado por esta última denuncia junto a un independiente, es la que ha generado más debate, por la posibilidad de cambiar el Comité de Huelga y adaptarlo a la proporcionalidad del Comité de Empresa, como pide Acerinox, si bien finalmente se ha decidido rechazar la alternativa.
Movilización
El ambiente en la manifestación no llegó a escalar violentamente en ningún momento. Por el camino, arrojaron piedras y otros restos de la mediana y los arcenes a la vía. Incluso predieron varios fuegos, uno de ellos con una bandera de Cataluña. Más allá del lanzamiento de varios petardos y algún conductor que se quejaba amargamente de tener que esperar, nunca llegó a mayores. El equipo de 7TV entrevistó a varias personas que aguardaban en la retención y que por muy poco no llegaron a pasar. "Están en su derecho de protestar", comentaban varios de ellos.
Pasada una hora de corte, pese a que originalmente estaba acordada una duración de una hora, empezaron a marcharse, aunque había división de opiniones y varios de ellos consideraban que debían seguir en la autovía. Tras demorarse en la retirada durante cerca de media hora, acabaron permitiendo al menos el paso de los vehículos por la vía de servicio del polígono, pero un grupo más radical volvió a interrumpirlo montando una barricada en ese punto pocos minutos después que solo abrían cada cierto tiempo para que pasasen algunos coches.
La Guardia Civil llegó sin intención alguna de cargar y se ha evitado el enfrentamiento con los manifestantes tras la polémica por las últimas cargas. Aparte de controlar el tráfico, su intervención ha sido mínima salvo en conatos de tensión.
A última hora se produjo una escalada de tensión con algunos conductores que empezaron a encararse con el grupo que mantenía el corte puntual y a lanzarles improperios que eran correspondidos. Una mujer que no quería pararse y encima de cuyo capó se subieron dos manifestantes acabó discutiendo airadamente con varios de los manifestantes. Fue en ese momento cuando aparecieron los miembros del comité de huelga, encabezados por José Antonio Gómez, que les ordenó que se apartasen.
Tras acordar con los agentes abrir el paso para que se marchara el vehículo, Gómez Valencia tomó el megáfono y pidió la retirada de la manifestación, asegurando que ya por ese día habían hecho bastante, y sugirió dar "dos días" para que "reflexionen" los responsables de Acerinox. Pese a ello, comentó que "no vamos a permitir que se rían de nosotros" y que si la empresa "no desiste de lo que quiere, esto va a continuar cada vez más. Nos van a tener que llevar detenidos a los 1.800".
Sobre las 11.00 horas se retomó la circulación, que poco a poco se relanzó en ambos sentidos, aunque aún quedaban algunos restos y hogueras activas en la vía que operarios de Conservación de Carreteras y Bomberos se esforzaban en apartar para que el Campo de Gibraltar se descongestionase lo antes posible.