La temporada de la Real Balompédica Linense está siendo muy decepcionante, sin paliativos. El equipo cayó a la Segunda Federación con la esperanza de rebotar rápidamente y volver al fútbol de bronce. Sin embargo, los resultados la han ido alejando del sueño del ascenso, aunque no está todo perdido.
La Segunda Federación es una competición apretada. Los equipos de fuera de la zona noble nunca han dejado de mirar distancia con el descenso, por si las moscas. Ahora empieza a romper, por lo que es un tramo clave para que la Balona reaccione a tiempo.
La distancia con el playoff es de ocho puntos con seis partidos pendientes. Es decir, faltan 18 puntos por disputarse aún. La buena noticia para la Balona es el calendario, ya que puede depender de sí misma.
El próximo partido, ante el citado Vélez CF, es clave para recuperar sensaciones y reconciliarse con una afición muy dolida. Después, visitarán al UCAM, que está ahora empatado a puntos con los balonos, importante para dejarles atrás.
Los partidos ante El Palo -penúltimo- y Cartagena B -último-, deberían poder convertirse en victoria, aunque en la ida no lo fueron. También se suma la visita en la última jornada a Lebrija contra el Antoniano, donde todo puede decidirse.
El partido más importante es la visita a Orihuela, equipo de playoff que podría ser rival directo por el sueño del ansiado ascenso que estrene el Municipal en el fútbol de bronce.
