Entre nubes y claros comenzó la Semana Santa de Tarifa en un Domingo de Ramos de incertidumbre general. La Cofradía de Jóvenes de Nuestro Padre Jesús a su entrada en Jerusalén y corte de benjamines desafió al mal tiempo y salió como estaba previsto, pasadas las 16.30 horas, de la Parroquia de San Francisco de Asís. Desde allí, tenía previsto recorrer el siguiente itinerario: plaza del Ángel, Santísima Trinidad, plaza San Julián, calle Colón, María Antonia Toledo, Jerez, General Vives, Nuestra Señora de la Luz, Sancho IV El Bravo, San Mateo, Privilegio, plaza Hermanos Costaleros, Guzmán El Bueno, Plaza de Pedro Alonso, Santísima Trinidad, Plaza del Ángel y retorno a su templo, a donde estaba prevista su llegada a las 19.15 horas.
Sin embargo, pronto comenzó a llover y La Borriquita tuvo que refugiarse en la parroquia mayor de San Mateo. A la frustración de os fieles por no poder ver completado su recorrido se suma la desgracia del falleciminto de una mujer de avanzada edad que sufrió un desvanecimiento mientras presenciaba la procesión. Se trataba de Tere Ojeda, muy conocida en la localidad, e iba acompañada de varios familiares en el momento del deceso.
El Ayuntamiento de Tarifa confirmaba poco después el fallecimiento de la tarifeña María Teresa Ojeda Rivas, Tere Ojeda, a quien agradecieron "su labor desempeñada en la Biblioteca Municipal Mercedes Gaibrois durante décadas".
"Su ausencia se hará notar durante los días venideros, así como su manifiesta experiencia en el ya extenso archivo bibliotecario local y público que ha ido forjándose a través de los años gracias a su dedicación y entrega", indicaron.
La procesión del Medinaceli, que tenía previsto procesionar a las 20.30 horas, prefirió quedarse en templo. Entre las levantás que dedicó, una la hizo en homenaje a la mujer recientemente fallecida durante la procesión de La Borriquita. Otra levantá fue en honor de los guardias civiles asesinados en Barbate.
"Asimismo, el Ayuntamiento de Tarifa quiere trasladar su más sentido pésame a familiares y amigos de Tere. Su imagen es imborrable y su espíritu eterno vivirá por siempre entre todos nuestros libros", agregaron.