El sindicato CSIF se muestra contrario a que la Junta de Andalucía destine fondos públicos a la sanidad privada en vez de invertirlos en la pública.
"La prioridad debe ser la atención al ciudadano y no los números", expresa Virginia Palmero, portavoz de CSIF Sanidad en el Campo de Gibraltar, en relación a la situación que vive la cobertura sanitaria en Andalucía. "Solo hay que irse un poco a pie de calle o a pie de hospital o de centro de salud para preguntar: no satisface ni a los usuarios ni a los profesionales", destaca.
Palmero señala como uno de los grandes debes de la sanidad en Andalucía el destino de fondos a la sanidad privada como parte de la derivación de prestaciones que viene realizando el SAS desde hace varios años. La última medida, el plan de choque de 283 millones para reducir las listas de espera, de los cuales 120 van destinados a conciertos privados. "No es es aceptable que se destine dinero a la sanidad privada cuando tenemos las deficiencias que tenemos en la pública", expresa, aunque se abstiene de valorar por el momento el impacto del plan al no haber datos oficiales, si bien confía en que pueda servir para su cometido. "Se están haciendo operaciones de tarde y habrá que ver qué resultado da esto" apunta.
Otro de los problemas que destacan desde CSIF es la propia gestión de la sanidad andaluza, de la cual señalan que no muchos usuarios están contentos más allá de la propia labor desempeñada por los profesionales. En esta línea, Palmero apunta a dos grandes focos que son la falta de profesionales y el aspecto económico.
Dentro de la falta de profesionales, la insuficiente cantidad de médicos de atención primaria hace que el sindicato ponga la luz de alarma de cara al futuro. "Es generalizada una sensación de cansancio, de hastío", comenta la portavoz de CSIF Sanidad en el Campo de Gibraltar. Palmero destaca que, si no se pone remedio pronto, se avecina una gran cascada de jubilaciones entre los médicos en los próximos años al tiempo que cada vez hay menos jóvenes para cubrir las plazas al no ser "una especialidad atractiva para los chavales que estudian medicina". "La Junta tiene los datos de la edad de sus profesionales, de cuando se van a jubilar y no podemos esperar a que estalle la bomba, la obligación de la Administración es tomar las medidas antes", opina.
En lo que sí pone una luz más positiva Palmero es en la evolución después del covid en la sanidad. La necesidad de refuerzo de las plantillas hizo que se contratara más personal, muchos de los cuales se han mantenido. "Había un déficit de plantilla estructural que venía de muchos años atrás y que cuando vinieron estos contratos, más que refuerzo eran plantilla necesaria", expresa. "Nos ha valido para implementar esa plantilla y llegar a unos números que se asemejen un poco más a la realidad, aunque no estemos en las condiciones óptimas", apunta la portavoz de CSIF Sanidad.