Fran Carbià (Tarragona, 1992) genera cierta unanimidad en la afición de la Real Balompédica Linense como el mejor jugador albinegro en esta difícil temporada en Segunda Federación que se aboca a su final. El catalán tiene claro que una de las razones por las que no han clasificado a la promoción de ascenso es la falta de un "paso adelante" en algunos partidos en el Ciudad de La Línea.

"Se ha vivido con un poco de ansiedad, sobre todo porque en los partidos clave de casa que teníamos que dar un paso adelante no lo dimos y esa es una de las claves de no entrar en playoff", expresa el atacante, que hace autocrítica y considera que los suyos no fueron "un equipo fiable", dejando escapar puntos importantes en encuentros contra rivales como CD Manchego, Cádiz B o El Palo. "Son los partidos que se tienen que ganar y nosotros no lo hicimos y no hemos tenido constancia en casa", comenta.

Pese a que el rendimiento de los balonos ha estado toda la campaña por debajo de lo esperado, pasando solo dos jornadas en puestos de playoff, el cuadro de Antonio Fernández Rivadulla llegó con opciones matemáticas de clasificarse -aunque improbables- a la penúltima jornada. Una muestra de la igualdad del grupo IV de Segunda Federación. "Es una categoría súper igualada con equipos con mucho músculo económico como Águilas, Estepona, UCAM o los filiales de Sevilla y Betis, con grandes hornadas de jóvenes", valora Carbià.

De cara al próximo encuentro frente al Atlético Antoniano en Lebrija que puede servir para asegurar la clasificación a la Copa del Rey la próxima campaña, el delantero llega con optimismo tras una semana "tranquilos y con ganas", más aliviados tras vencer en el último encuentro en el Municipal ante el Cartagena B. Precisamente la posibilidad de acabar entrando en el torneo copero como séptimos -los filiales de Sevilla y Betis no pueden clasificar y el puesto corre al siguiente-, sirve de "aliciente" para acabar por todo lo alto.

Buen año, aunque lejos de casa

Dentro del marco de la temporada de la Balona, lejos de los objetivos marcados de luchar por el ascenso a Primera Federación, Fran Carbià ha destacado por encima de sus compañeros. Nueve goles alumbran el casillero del máximo anotador de su equipo, incansable en la presión en cada encuentro. Sin embargo, tira de humildad a la hora de valorarse a sí mismo: "lo más positivo es que no he tenido lesiones y, sobre todo, la regularidad que he tenido".

Uno de los momentos más difíciles de la temporada para Carbià fue la marcha de Baldomero Hermoso 'Mere' del banquillo de La Línea. El técnico gaditano fue gran valedor de su fichaje el pasado verano. "Conmigo se ha portado muy bien y le tengo muchísimo aprecio y, personalmente, lo pasé muy mal", recuerda del momento en que se anunció su destitución. El punta comenta que el entrenador mantuvo mucho contacto con él antes de firmar su fichaje. "Me afectó bastante durante varias semanas", rememora de una época que causó bastante "decepción" en el vestuario por la apuesta que había hecho por varios de los futbolistas.

Uno de los aspectos por los que más sintió la marcha de Mere fue la cercanía que mostró con él dadas sus circunstancias, toda vez que su pareja y sus dos hijos se quedaron en Tarragona. Aunque ha tomado bastantes aviones este año para pasar los días libres con ellos, no ha resultado fácil para el albinegro, por lo que se ha apoyado en sus compañeros y ha procurado tener "la mente ocupada", tanto en el gimnasio como estudiando. "Desgasta un poco el no tener a la familia tan cerca, pero bueno, son gajes del oficio", resalta.

En el lugar del técnico portuense llegó Antonio Fernández Rivadulla, a quien le costó hacer remontar el vuelo del equipo, pero que cierra la temporada con unos resultados aceptables. En los pocos meses desde su aterrizaje en el banquillo del Municipal, buscó "dar confianza" a una plantilla que venía en mala racha. "Te ves que tienes la oportunidad y no te da para ganar, sobre todo contra equipos de la parte de abajo, que en casa nos ha costado y él intentaba meter pinceladas tácticas suyas", destaca Carbià sobre cómo el nuevo entrenador afrontó el reto en La Línea.

¿Se queda?

 

Fran Carbià cuenta con contrato para la próxima temporada, aunque no confirma aún su continuidad en el proyecto albinegro. "Mi idea es seguir aquí, desde el club ya saben mi situación y cuando acabe la temporada, la siguiente semana hablaremos y valoraremos qué se puede hacer", desvela.

El punta, que estuvo cotizado el pasado verano con varias ofertas de Primera Federación, reconoce que La Línea le ha sorprendido "para bien" y que se encuentra "a gusto" en el club y la ciudad. El antiguo meta balono Alberto Varo fue quien le habló "maravillas" de la Balompédica, ayudando a su decisión de partir hasta el Campo de Gibraltar. "Aquí se vive muy bien, se disfruta sobre todo con el clima, las playas y la gente", valora.

Su buena experiencia en La Línea se contrapone a la más negativa que vivió, en su etapa en el Reus Deportiu, en Segunda División en la 18/19. El club, que acabó abocado a la desaparición, vivía momentos muy delicados en lo económico, impagos incluidos, lo que culminó en su expulsión de la competición. Entonces, Carbiá llevaba más de cinco años en el club, al que consideraba su casa, ya que vivía a diez minutos de la ciudad. Fue, sin lugar a dudas, un momento muy complicado. "Se vive mal, porque vas cada día con incertidumbre de qué pasará con el club", recuerda. Por suerte para él, ha sido su única experiencia negativa en ese sentido.

Pase lo que pase la próxima temporada, a sus 32 años Fran Carbià espera poder cerrar la actual con buenas sensaciones sobre el césped del Municipal de Lebrija para compensar una campaña difícil. Ante todo, agredece a la afición el apoyo y, sobre todo, "la paciencia". "Vamos a intentar ganar el domingo al Antoniano y dejar el equipo en Copa del Rey", manifiesta a la parroquia albinegra.