El activista LGTBI campogibraltareño y presidente de la asociación Roja Directa, Jesús Tomillero, ha valorado la evolución de la sensibilidad del mundo del deporte con el colectivo LGTBI y sus derechos cuando se cumplen ocho años de que tuviera que abandonar el arbitraje como consecuencia de un cúmulo de insultos y amenazas por su condición LGTBI.
“Hoy hace ocho años que tuve que dejar mi carrera profesional como árbitro. A los 19 años, en un partido de cadetes, recibí insultos y amenazas por mi orientación sexual, y, además, unas 1.500 amenazas de muerte en redes sociales y me pasé más de un mes escoltado por la Policía Nacional”.
Es por ello que entonces, recuerda Tomillero, “sentí que el deporte no era para mi” y abandonó el arbitraje, en el contexto de una federación andaluza de fútbol “homófoba” y “que no peleaba por los derechos del colectivo LGTBI”, además de una “sociedad oprimida que no avanzaba” y con la ausencia de legislación que les protegiese de abusos por su condición.
Tomillero destaca el contraste de esa sociedad y las instituciones deportivas con el momento actual. “Gracias a Dios el mundo está cambiando. Después de ocho años, ha habido una evolución grande en el mundo del deporte”, destaca Tomillero.
En este sentido, remarca que hoy en día “tenemos una ley estatal que defiende al colectivo LGTBI en el deporte, un gobierno que nos apoya y una federación que también, formando yo parte de esa federación a nivel andaluz llevando los temas de LGTBI”, remarca.
Tomillero pone en valor también el impulso que la victoria de la selección femenina de fútbol en el Mundial y toda la repercusión que ha tenido su lucha por la defensa de las mujeres en el mundo del fútbol tanto para las propias féminas como para el colectivo LGTBI.
Por ello, reconoce su reconcilación con la práctica deportiva: “Ahora sí que me siento representado”.