Relajado y con menos tensión. Así se siente Lolo Escobar (Don Benito, 1976) en su casa de El Rinconcillo, apurando su estancia en la ciudad, a la que le queda poco menos de un mes. Después de oficializarse que abandona el Algeciras CF, el técnico valora positivamente su estancia en el Nuevo Mirador y cree que ha podido dejar cierta huella en el juego del capitán de la entidad, Iván Turrillo.
"Iván es un ejemplo, un diez en todo y me ha enseñado lo que significa la palabra capitán", expresa Escobar, que se deshace en elogios hacia el algecireño. "Él todavía no lo verá, pero yo me voy con la sensación de que jugando donde le he puesto, más arriba, he alargado su carrera futbolística", resalta el técnico, satisfecho con el desempeño de Turrillo jugando en la zona de ataque, realizando menos recorridos cortos y estando más cerca de la portería.
Iván Turrillo fue uno de los puntales primordiales lo que se conoció como el 'cuadrado mágico' que formuló Escobar junto a Eric Montes, Borja Fernández y Mario García, con este último acompañando al capitán en el frente del ataque a modo de 'falsos 9'. "Fue una forma de encajarlos a todos, no esperaba una temporada en la que tuviera que rotarlos porque el club no puede prescindir de su talento", resalta el ya ex albirrojo. Fruto de ese buen desempeño llegó un inicio liguero de gran rendimiento, con el equipo llegando a pasar varias jornadas entre los cinco primeros. Todo eso se fraguó en el final de la pretemporada, tras malas sensaciones. "Cambiamos un montón de cosas y hace que empecemos la temporada de una forma bastante buena", destaca.
Pese al buen inicio, Escobar mantuvo durante toda la temporada un claro discurso basado en alcanzar los 45 puntos, el objetivo que se marcó para asegurar virtualmente la salvación. Cada vez que aparecía ante los medios reiteraba que la marca era esa, aunque llegó un momento en que el equipo se estancó en los 42 y comenzó esa mala racha final que hizo temblar a más de un miembro de la afición y que hastió a muchos otros por el paupérrimo juego desplegado. "Conseguir los 42 puntos creo que fue un desahogo para el equipo y nos vino bastante mal", resalta el técnico, al tiempo que duda de que mantener ese objetivo en mente pudiera haber perjudicado psicológicamente a los jugadores. "Haremos autocrítica de eso, como de todo, entiendo que he hecho cosas que están mal como todos, pero no se me puede sacar todo", se defiende.
Con la buena posición en la tabla que mantenía el Algeciras, resultaba tentador pensar en cotas más altas a final de temporada, aunque Lolo Escobar asegura que nunca pensó más allá de los 45 puntos. "Yo no podía mentir a nadie, entiendo que la gente crea que ha faltado ambición o ilusión, pero intento ser sincero y consecuente con un objetivo que se me ha dado y que era el prioritario", explica. En este punto si lanza el mensaje de que "con un mercado de invierno más fuerte se podía haber dado un poco de continuidad" a los buenos resultados. "Tanto Ramón Robert como Mac Lackey están haciendo unos esfuerzos brutales por intentar sanear el club, intentar mejorar el día a día y que el proyecto siga creciendo, pero se han encontrado dificultades igual que me las he encontrado yo y creo que todos hemos remado por intentar que esas dificultades no se vean", señala.
Momentos menos felices
El Algeciras CF anunció oficialmente lo que el propio Escobar ya avanzó en la rueda de prensa tras el partido en el Nuevo Arcángel, que no seguiría en el club. El de Don Benito justifica que, aunque se lo hubiesen ofrecido, era "imposible" que continuase. "Sé que el paso de Algeciras se ha acabado y tengo que dar un paso al lado", comenta sobre una decisión que ya tomó en diciembre y que dejó entrever a algunos jugadores desde hacía tiempo. "En los sitios tienes que estar feliz y yo creo que ha ahbido momentos donde me ha faltado esa felicidad que sí tenía al principio", reconoce.
En este sentido, el entrenador asegura que una de las causas es que ha visto "demasiados problemas para un equipo que está compitiendo en una categoría profesional". Concretamente, se refiere a recursos disponibles por parte del club, de los que, asegura, ha adolecido en algunos momentos. "Yo pensaba que al equipo le faltaba profundidad, pero si tienes al equipo una semana entrenando en la pradera, lo normal es que le falte profundidad, ¿dónde la trabajan", ejemplifica Escobar.
Una de las comidillas entre la afición albirroja que acabaron siendo más o menos evidentes y que tampoco han contribuido a la felicidad del entrenador es la tensa relación que han mantenido entrenador y dirección deportiva durante la temporada con puntos de vista alejados que empezaron a detonar en septiembre, recién iniciada la temporada. Lolo Escobar resalta que el conflicto con Miguel León y Jordi Figueras "no se ha llevado como se tiene que llevar", aunque justifica que "cuando tienes puntos de vista tan alejados es complicado llegar a entenderse". Aclara que las partes se sentaron a hablar para reconducir la situación por el bien del equipo, aunque la falta de "feeling" se mantuvo pese a la buena conexión que tuvo al fichar por el Algeciras. "Creo que tenemos más feeling fuera del fútbol que dentro", asevera.
La mala relación con Figueras y León corrió entre la afición casi con la misma velocidad que la que, supuestamente, ha tenido con la plantilla en el último tramo, algo que Escobar rechaza categóricamente. "Eso se ha vertido desde dentro, soy consciente", apunta. "Hay muchos jugadores que me llevo de este vestuario y si preguntas a los que no han jugado y están descontentos, pues está todo fatal", justifica el técnico, que cree que "no es justo" pensar en un mal ambiente con el vestuario "aunque interese vender eso".
Futuro en marcha
Escobar sabe que a finales de junio abandonará Algeciras, una vez sus hijos acaben el colegio y, quizá, descubra la feria de la ciudad. Siente que es "un privilegio" vivir en ella y está aprovechando para disfrutar en estos días lo que la temporada le ha impedido. "Cuando estás metido en el mundillo es más complicado y lo conoces por lo que te cuentan tu mujer y tus hijos", asegura.
De la ciudad, además de El Rinconcillo y los alrededores, que le han cautivado, tiene claro que no se va a llevar "nada negativo ni comentarios interesados de terceras personas que, sinceramente, dan un poco igual". Ahora, mira a cuál será su próximo destino, que no está decidido, aunque ya se van moviendo los hilos del mercado. "Siempre hay cosillas, peor hay que tener tranquilidad para cogerlas", destaca.
Por el momento, Lolo Escobar se mantiene en un "impás de reflexión" para sacar conclusiones de una temporada que ha mantenido al Algeciras CF en Primera Federación. Club y entrenador separan sus caminos, aunque el caprichoso mundo del fútbol quién sabe si hará que se encuentren de nuevo en el futuro.
