La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurodegenerativo que se caracteriza por olvidos, despistes y desorientaciones que pueden poner en alerta a sus pacientes en estadios iniciales, aunque puede acabar repercutiendo también en el ámbito físico. Precisamente este último punto, en la Asociación de Familiares de Alzheimer de Algeciras (AFA) intentan combatirlo con una serie de terapias físicas individuales y grupales que inciten a los usuarios a participar.
"Muchas veces nos olvidamos de que no es solo mantener motóricamente los valores que tengan, sino que también disfruten el proceso y que se sientan a gusto", explica Lucía García, neurofisioterapeuta de la asociación. Su trabajo consiste en, una vez analizado individualmente el caso de cada usuario, acompañarles en una serie de ejercicios que mejoren su capacidad física en aspectos como la coordinación locomotriz, fuerza o equilibrio.
No obstante, las más llamativas son las grupales, en las que se hacen otros ejercicios como gerontogimnasia, bandas elásticas, pesas e, incluso, sentadillas. "La parte grupal es más dinámica, establecen relaciones entre ellos, se divierten, se ríen", resalta García, que destaca la importancia de motivar con juegos y actividades amenas a que los usuarios se ejerciten y sientan que lo que hacen merece la pena. "Hay veces que no me hacen las sentadillas completas, pero les dices que lo han hecho bien y eso les motiva", apunta.
Ana Avileo, trabajadora social del centro de día de la asociación, destaca cómo el mero hecho de "salir de casa y ver gente al lado" ayuda al desempeño de los usuarios. "A veces los hijos preguntan '¿pero mi madre ha hecho esto?', claro porque está viendo que el de al lado lo hace.
También es clave la empatía a la hora de tratar con los pacientes de Alzheimer, conectando con ellos, una labor que es "lo más importante y lo más bonito", a ojos de la neurofisioterapeuta. "Conectas con ellos y los sientes como parte, yo entro en gimnasia y les pregunto '¿cómo estáis familia?' y ellos te cuentan todo lo del día", cuenta orgullosa. "Esto es como un colegio, ellos le llaman así", apunta. "Son como chiquillos, su conducta es parecida", abunda Avileo.
Para atender a los casi 60 usuarios con los que cuenta el centro actualmente, es necesario ampliar el número de horas que la entidad puede contratar a la fisioterapeuta. Actualmente, cuentan con un patrocinio de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, que les permite extender ese tiempo y realizar las terapias grupales e individuales necesarias. "Les estamos eternamente agradecidos", remarca Avileo.