Trabajadores españoles en Gibraltar y Grupo Transfronterizo han coincidido este miércoles en mostrar su preocupación, aunque no su sorpresa, por el anuncio efectuado el martes por el Gobierno de Gibraltar de que a partir de noviembre España tendrá que aplicar nuevos métodos de control de entradas y salidas del Espacio Schengen que podrían provocar retrasos importantes en la Verja, sobre todo al principio.
Ascteg está todavía analizando las posibles consecuencias de estos nuevos controles por los procedimientos Sistema de Entradas y Salidas (SES) del Espacio Schengen y Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (European Travel Information and Authorisation System, ETIAS). En cualquier caso, el asesor jurítico del colectivo de trabajadores Ascteg, Antonio Sánchez, advierte, tras ser preguntado ante la posibilidad de que se incrementen los tiempos de espera en la frontera -sobre todo al principio- a cinco minutos por persona, que "eso haría inviable el trabajo de los trabajadores transfronterizos. Sin tener en cuena las visitas turísticas, si tuvieran que esperan 5 minutos los 15.000 trabajadores eso supondría varias horas de espera y lo haría inviable". Es, por tanto, un hecho, que los trabajadores españoles en Gibraltar temen por la continuidad de sus puestos de trabajo.
Desde este colectivo, que lleva 37 años defendiendo los interereses del personal transfronterizo (que en total representa un 48% de la población activa en el Peñón), señalan que "no podemos ser pagadores los trabajadores siempre" de las cuestiones políticas que rodean la relación a ambos lados de la Verja. A la vez, espera que el acuerdo se alcance pronto, algo acerca de lo que se muestran esperanzados tras la última reunión mantenida en La Línea con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
"Es primordial el libre tránsito de personas y la eliminacion de la frontera, pero habrá que mejorar también los derechos laborales de los trabajadores españoles en Gibraltar", reitera Sánchez,, que recuerda la interdependencia entre la Roca y España con el dato de que "el 25% del PIB del Campo de Gibraltar depende de Gibraltar, que es el mayor empleador en la zona", al mismo tiempo que el 48% de la población activa de Gibraltar son trabajadores transfronterizos, pero que el 70% de la población de La Línea depende, de un modo u otro, de Gibraltar, y que de 15.000 trabajadores transfronterizos, 11.000 son españoles.
A su vez, el presidente de turno del Grupo Transfronterizo, Ángel Serrano, señala que el ministro principal, Fabian Picardo, llevaba tiempo avisando y que por todo esto es fundamental que se elimine cuanto antes la Verja y se flexibilice, a través de un acuerdo entre las partes, el paso a través del puerto y el aeropuerto.
"La situación que se presenta en noviembre, si es como dice ministro principal, no es algo nuevo. Lleva avisando tiempo del protocolo que hay que seguir cuando no haya acuerdo y Gibraltar sea como cualqueir tercer país y haya que cumplir normativa europea".
Para Serrano, "sería triste que, después de cinco años, por una falta de coordinación, trabajadores estén de nuevo en cola. Pero la situación es compleja", recuerda. Y el resto de países de Schengen espera de España "que cumpla la normativa" que se imponga desde Bruselas.
Para Serrano, los nuevos sistemas de identificación en la frontera, caso de un no acuerdo, "nos pueden traer más problemas de los que tenemos". Serrano lamenta que "la lentitud de cinco años sin acuerdo perjudica a todos los ciudadanos", inistiendo en que "no es lo mismo flexibilidad que una frontera rígida".
En definitiva, para Serrano "lo ideal es que haya un acuerdo cuanto antes, que quiten frontera y que dejen el control en puerto y aeropueto y de ahí caminar".
Además, Serrano recuerda que el Campo de Gibraltar y a Línea "lo que se necesita es inversiones. Hay que prestar atención a la com arca; Gobierno y Junta de Andalucía no hacen suficiente. Esta es una zona singular y merecemos una atención distinta a la que actualmente se nos presta", insiste.