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Una Balona impotente ve como el Almería B le remonta y después golea (4-1)

Tras haber dominado el encuentro durante la primera media hora, el filial aprovecha las debilidades de los linenses

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  • Celebración de un gol del Almería B. -

La Real Balompédica Linense se vuelve este domingo de Almería con derrota y además por goleada tras remontar el filial almeriense (4-1) después de una primera media hora en la que la Balona se adelantó y ofreció muy buenas sensaciones.

Tras un comienzo prometedor llegó el gol temprano de David Hernández en el minuto 9 tras rematar un córner botado por José Antonio que ponía por delante a los visitantes. A partir de ese momento y hasta pasada la media hora de partido, la Balona se hizo dueña y señora del encuentro y tuvo oportunidades para incrementar su ventaja con un disparo de Carbia que la mendó fuera. También los locales la tuvieron con un lanzamiento detenido espléndidamente por Lázaro.

Finalmente, en el minuto 37 llegó el gol del empate del Almería B. Tras un gran pase de Nacho Vila, un desmarque de Marsu le habilita para un potente disparo al poste que recoge bien posicionado Lorenzo para empujarla a gol.

El tanto local supuso un punto de inflexión en el partido y la Balona comenzó a mostrar en el campo su peor versión, especialmente tras el comienzo de la segunda parte. Los albinegros sufrieron mucho en esos primeros minutos. Marsu ya avisó en el 348 tras una gran jugada de los albirrojos y en el minuto 60 llegaba la culminación de la remontada local con el tanto de Joan de cabeza a centro de Luis Lara. A pesar del despropósito, los cambios no llegaron en la Balona hasta casi la media hora de la segunda mitad. Carlos Cano y Adri Carrasco relevaron a Jack Harper y Joao Pedro. Después, ya en el 85, entraron Ale Cantera y Pecellín por José Antonio y Alberto Fuentes. De nada sirvió.

Ya en el descuento, el filial aprovechó la desesperación de una Balona totalmente quebrada y sin orden en el campo para incrementar su ventaja hasta en dos ocasiones. Marco Perovic, primero; y Manu Morillo, ya en el 95, ajusticiaron a los visitantes.
 

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