El Algeciras CF ha recuperado la fortaleza de su feudo en los últimos partidos. Dos victorias y un empate en los tres últimos compromisos en el Nuevo Mirador han supuesto un vuelco de la situación tras las primeras jornadas, en las que el equipo albirrojo se sentía como visitante en su propia casa.
Especialmente importante ha sido el empate a un gol conseguido el pasado sábado ante un rival aparentemente superior, uno de los cocos de esta categoría, el Real Murcia, ha sido determinante para conseguir también otro hecho importante, recuperar el calor de la grada, que se había enfriado durante un comienzo de temporada titubeante.
El gol de Lautaro no solo supuso un punto más en el camino de afianzarse un año más en la categoría de bronce del fútbol nacional, sino que también estuvo a punto de desencadenar un resultado aún mejor, alentando a los aficionados y aupando al equipo, haciendo que el rival llegase a pedir la hora cuando unos minutos antes se las prometía muy felices.