El retraso se produjo debido a que la máquina que tenía que trasladar el avión hasta la plataforma de estacionamiento -punto donde se encienden los motores antes del despegue en la calle de rodadura- debía ser alquilada a una empresa externa, que asiste a las compañías en tierra y que “no es responsabilidad del aeropuerto”, según fuentes de AENA.Ryanair tardó unos 45 minutos en solicitar la máquina, según fuentes aeroportuarias, a lo que hay que sumar el tiempo que tardó en llegar ésta al aeropuerto.
Los pasajeros han denunciado que estuvieron dos horas dentro del avión “sin aire acondicionado” y que no fue hasta el final cuando repartieron “dos o tres botellas de agua” con las que dieron de beber a niños y bebés que formaban parte del vuelo.Cuando el avión fue finalmente remolcado de vuelta desde la zona de despegue, “un hombre se levantó histérico por la claustrofobia y se fue hacia la puerta delantera” para abrirla. En ese momento, según relatan los pasajeros, se abrió la rampa de emergencia y el avión quedó “inmovilizado”.
Tras salir del avión, los viajeros se dirigieron al edificio de la terminal de San Pablo para reclamar ante la compañía. Allí, una persona de Ryanair les comunicó que estaban “intentando reparar el avión”.