La Sala Espacio Joven de San Roque, es testigo desde el día 10 de enero de unas astrografías que no pueden dejar de ver, obra del linense Jesús Arceiz y que podrán visitar hasta el próximo viernes día 31 de enero.
Esta muestra, una obra imprescindible para los amantes de la astronomía y el arte, refleja la grandeza del cosmos a través de los ojos de un ingeniero apasionado por las estrellas.
Jesús Arceiz comenzó su viaje en la astrofotografía en 2017, cuando adquirió su primer equipo especializado. Aunque su interés por el universo le acompaña desde la infancia, fue a partir de esa fecha cuando decidió capturar los secretos del cielo nocturno. Su labor le lleva a lugares como la Alcaidesa y otros rincones del Campo de Gibraltar, siempre en busca de zonas alejadas de la contaminación lumínica para lograr imágenes de la más alta calidad. Según el propio Arceiz, la magia de esta técnica reside en que la verdadera belleza de las fotografías no se revela en el momento de tomarlas, sino en el proceso posterior, cuando el cielo empieza a mostrar sus tesoros ocultos.
Entre las joyas de esta exposición destaca una impresionante fotografía de la galaxia de Andrómeda. Contemplarla, al igual que el resto de sus obras, es una experiencia cercana a flotar entre estrellas, constelaciones y galaxias.
Para quienes no puedan disfrutar de la exposición presencialmente, se ha habilitado un enlace donde se pueden contemplar las fotografías en formato digital, permitiendo que la belleza del universo alcance todos los rincones.
Como dato curioso, la astrofotografía tiene sus orígenes en 1840, cuando John William Draper, un profesor de química de la Universidad de Nueva York, logró capturar la primera imagen de la Luna. Desde entonces, la técnica ha evolucionado para ofrecernos fotografías como las de Jesús Arceiz, que nos permiten asomarnos a lo desconocido con un nivel de detalle asombroso.
La astrofotografía no solo documenta los cielos estrellados, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestro lugar en el cosmos, convirtiéndose en una perfecta simbiosis entre arte y ciencia. Hasta el 31 de enero, esta exposición promete dejar huella en todos aquellos que se acerquen a contemplarla, abriendo una ventana al infinito desde la Sala Espacio Joven de San Roque.
Éste es el enlace para que aquellos que no puedan desplazarse hasta San Roque, no dejen de ver la obra: https://storage.net-fs.com/hosting/6447178/46/
