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Concha Algarín, 'la pintora de abanicos': "La Duquesa De Alba me compró algunos abanicos"

Publicado: 09/03/2025
Nos recibió en su casa, donde pudimos conocer su obra de primera mano y adentrarnos en su universo creativo, descubriendo sus numerosos reconocimientos
En el programa de 7TV Campo de Gibraltar ‘La comarca de Cerca’, tuvimos el privilegio de conocer de cerca a Concha Algarín, una artista querida y admirada no sólo en la Comarca, sino también fuera de ella. Autodidacta y con un talento innato, ha sabido plasmar en sus lienzos y abanicos la esencia del sur, llevando su arte a diferentes museos.


Nacida en Utrera, Sevilla, pero afincada en Algeciras desde hace décadas, Algarín ha convertido su pasión por la pintura en un sello de identidad. Sin haber recibido formación académica, su destreza con el pincel le ha permitido inmortalizar en sus obras rincones emblemáticos como el barrio de San Isidro o la procesión de la Virgen del Carmen en la playa del Rinconcillo. Sus abanicos, auténticas piezas de arte, han llegado a manos de grandes personalidades como la Duquesa de Alba, Curro Romero, Alejandro Sanz, Rocío Jurado, Isabel Pantoja, Carlos Herrera o Antonio Gala, quienes han quedado fascinados por su trabajo.


En nuestra visita a su casa, Algarín nos abrió las puertas de su universo creativo, compartiendo con nosotros su trayectoria, sus fuentes de inspiración y su amor por la tradición andaluza. Una conversación llena de anécdotas que nos permitió descubrir a la mujer detrás del pincel.


Durante la entrevista, Concha Algarín recordó con cariño su exposición en Madrid, en la Casa de Brasil, una experiencia que atrajo a numerosos visitantes. Allí, en un espacio donde también exponían artistas brasileños, su obra logró destacar de una manera especial. "Los brasileños son conocidos por su colorido, pero cuando vieron mis cuadros exclamaron: ‘¡Esto es una fiesta para la vista!’", recordó con emoción. 
Para esa exposición, Concha extendió una invitación a la duquesa de Alba, quien, a través de su secretaria, Lola Maroli, le respondió de manera muy afectuosa.


La artista relató cómo, en un viaje posterior a Madrid, tuvo la oportunidad de visitar el Palacio de Liria el 24 de diciembre, una fecha especialmente señalada. Allí, la duquesa la recibió con gran amabilidad y, al ver sus abanicos, quedó fascinada. "Me gustan tus abanicos, pero me los tienes que traer y yo los quiero comprar, no quiero que me los estés regalando", recordó Algarín con admiración. Finalmente, la aristócrata adquirió varias de sus piezas y le dedicó una emotiva nota en la que escribió: "Concha, pintas como los ángeles."


Además, Algarín destacó la cercanía y el carisma de la duquesa, a quien describió como una persona afable y cariñosa, aunque con ciertas excentricidades. "Me hacía mucha gracia porque era muy cercana, pero tenía sus rarezas: "En el Palacio de Liria todo era muy formal, había un protocolo muy estricto y ni siquiera podías sentarte en el sofá a menos que te lo dijeran", comentó entre risas.


Con el paso de los años, la relación entre Concha Algarín y la duquesa de Alba se mantuvo cercana. La artista recordó con cariño cómo, siempre que podía, visitaba el Palacio de Dueñas, donde la aristócrata continuaba mostrando admiración por su trabajo. "Le llevé cosas y siempre le gustaron mucho", comentó Algarín.


Concha recordó con cierta nostalgia una época en la que la plaza de toros de Algeciras se engalanaba con una gran carpa blanca y se celebraban jornadas taurinas a las que asistían numerosos personajes destacados. Durante varios años, se repartieron más de 300 abanicos de cartón con su diseño, que se colocaban en las sillas de la feria.


Uno de esos abanicos llegó a manos de Rocío Jurado, quien asistió a las jornadas junto a Ortega Cano. "El Ayuntamiento le regaló un abanico mío, y yo ya la había conocido en el Rocío, aunque allí había tanta gente que quizás no se acordaba. Pero en Algeciras ya tuvo un trato más cercano conmigo", explicó. Algarín también recordó cómo, cada año, le enviaba abanicos como regalo por su cumpleaños en septiembre, un detalle que la cantante siempre agradecía.

Hasta el último momento, Concha Algarín ha mantenido el gesto de enviar abanicos pintados a personalidades que admiraban su arte. "Mis abanicos han llegado a muchos lugares y a muchas personas importantes", comentó con orgullo.


Entre sus numerosas anécdotas, recuerda con especial cariño una de sus obras firmadas por el torero José Tomás. "Fue en una cena en Estepona. Yo enseñé mi obra y, de repente, José Tomás cogió un bolígrafo y me escribió una dedicatoria. Fue un gesto que me hizo mucha ilusión", relató. 


Pero más allá de la tauromaquia, la obra de Concha Algarín también rinde homenaje a las tradiciones locales. Uno de sus abanicos más representativos es el que ilustra el paseo de la Virgen del Carmen sobre las aguas de la playa del Rinconcillo, en Algeciras. "Es una playa preciosa, y el día de la Virgen del Carmen es algo único. La gente se vuelve loca cuando la ve salir en su barquita. Es un momento muy especial, no solo aquí, sino en todas las ciudades con mar", explicó la artista, reflejando su pasión por inmortalizar en su obra las costumbres más arraigadas de su tierra.


Entre sus logros, Concha Algarín recuerda con especial cariño su participación en el concurso para el cartel de la Feria Real de Algeciras, en el que llegó a ser finalista. "Se presentaron muchos carteles, el patio del Ayuntamiento estaba lleno. Escogieron cinco y el pintor Antonio Barrocal, que por aquel entonces no me conocía, se sorprendió con mi obra. Me felicitó, pero me dijo que había cometido un error: las letras eran demasiado pequeñas", explicó con una sonrisa.


A pesar de no haber ganado, su obra fue destacada en la revista de feria y, años después, otro de sus carteles fue elegido para representar las jornadas taurinas de la ciudad. "Para mí, lo importante era que Algeciras tuviera algo mío, formar parte de su historia. Ver mis obras en exposiciones sobre la feria o las jornadas taurinas me llena de orgullo", afirmó.


Dentro de su obra, Concha Algarín ha inmortalizado algunos de los rincones más emblemáticos de Algeciras. Uno de sus cuadros más especiales es el que representa el barrio de San Isidro, un lugar que describe con admiración. “Para mí, es el barrio más bonito de toda Algeciras. Tenía que pintar la procesión del Cristo de Medinaceli con la Virgen, los nazarenos, las mantillas... No falta ningún detalle”, explica.
Otra de sus pinturas recoge la esencia de uno de los edificios más representativos de la ciudad: el Mercado de Abastos. "Lo pinté con todo el ambiente que siempre ha tenido. Ahora está un poco más tranquilo, pero cuando llegué a Algeciras, el mercado era un lugar vibrante. Además, es un mercado con historia, aparece en libros porque fue el primero que se construyó con una estructura así", cuenta con orgullo.


Y ya para terminar Nuestra conversación, Concha Algarín nos desveló que su arte ha inspirado incluso la creación de una sevillana en su honor, compuesta por José Antonio Valdés. "Es un regalo que siempre llevaré en el corazón", comenta emocionada.


Desde aquí queremos agradecer a Concha Algarín su amabilidad, dejándonos entrar en su casa. Un museo lleno de color, tradición y arte. Un universo donde su pasión por la pintura se fusiona con su amor por Algeciras y su gente, dejando un legado imborrable en cada abanico y cada lienzo que toca.

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