Al menos 45 personas han muerto en la región rusa de Krasnodar, en la zona suroeste del país, como consecuencia de las lluvias torrenciales caídas desde el viernes, según un nuevo balance hecho público este sábado por la Policía y que eleva en más de una treintena la anterior cifra de fallecidos.
El portavoz policial Igor Zhelyabin ha explicado que la mayoría de las víctimas han perdido la vida en el distrito de Krymosk, donde han muerto 34 personas. "Once cuerpos más han sido encontrados en Novorossiisk y Gelendzhik", ha añadido.
El Gobierno ha decretado el estado de emergencia en la zona y ha ordenado el cierre de 17 subestaciones eléctricas, lo que ha dejado a más de 20.000 personas sin suministro. Aunque la situación "está volviendo a la normalidad", según un portavoz oficial consultado por la agencia RIA Novosti, cientos de viviendas han sufrido daños.