El equipo de Araujo aseguró en mayo de 2013 que el matadero era “viable” y ahora se contradicen con su desaparición
La cuestión del Matadero es un continuo vaivén en el gobierno de Gemma Araujo. El liquidador de la sociedad, Francisco Espada, anunció junto a la Alcaldesa socialista en mayo de 2013 que las instalaciones eran “viables” y que darían servicio a ganaderos y carniceros de la comarca. Es más, el tándem Araujo-Espada afirmó que su gestión transformaría “un problema en solución” y así está recogido en las hemerotecas al alcance de todos.
La solución de Araujo ha sido únicamente para el empresario que se ha hecho con más de 7.000 metros cuadrados de las instalaciones municipales, a los que ha añadido casi 3.000 metros más de patrimonio municipal anexo.
El Partido Popular pudo comprobar hace pocos días que las palabras del equipo de gobierno no son del todo correctas. No podemos comprender cuáles son las razones que esgrimen la política de Araujo para que La Línea no funcione, a pesar de tener sobre la mesa una propuesta que hubiese permitido compatibilizar el trabajo corriente de despiece para toda la comarca con unas referencias excelentes en el sector y una segunda línea para matar reses con ritos específicos.
Los promotores con los números sobre la mesa y el registro sanitario en orden, se quedaron sin respuesta. El equipo de gobierno volvió a no atender a quienes propusieron hacerse cargo de las mejoras necesarias y la deuda, proponiendo plazos de pago o meses de carencia.
De nuevo se sacrificó una plantilla a la que se adeudan catorce nóminas, se pierden 10.000 metros cuadrados de instalaciones y el nuevo propietario ya ha contactado con quienes propusieron el plan de trabajo a Araujo y Espada, señal de que la operación era factible, beneficiosa y viable.
De nuevo, las decisiones e indecisiones de Araujo ponen en evidencia la falta de calidad en el trabajo por La Línea y los linenses. Como prueba irrefutable asistimos a la muerte empresarial de pequeños empresarios ganaderos que no han podido soportar los costes de traslado y matanzas en su pequeña empresa.
La calidad del trabajo en el Matadero de La Línea era excelente: canales perfectas y limpias reconocidas por las empresas del sector a nivel nacional. Ahora, la gestión de Araujo y compañía harán que nuestra ciudad siga retrocediendo en lugar de avanzar.