La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, ha manifestado este jueves su solidaridad con las familiares de Soledad Donoso, la joven cordobesa cuyo cadáver fue hallado junto al río Guadalquivir en la capital en el año 1992, al tiempo que ha puesto a disposición de la familia "los servicios municipales, desde el ámbito de sus competencias".
Según informa el Ayuntamiento, la alcaldesa se ha reunido esta mañana con la madre y las hermanas de Soledad Donoso, atendiendo así la petición formulada en ese sentido por Carmen Toscano, María del Mar y María del Carmen Donoso Toscano, quienes están a la espera de recibir los restos óseos que faltaban de la joven para darles sepultura.
Así lo ha señalado a Europa Press la hermana de la joven María del Mar, quien igualmente ha valorado la reunión con la primera edil del Consistorio, de la que han recibido "una buena atención".
Al respecto, el subdelegado del Gobierno central en Córdoba, Juan José Primo Jurado, informó la semana pasada a la familia de Soledad Donoso que los restos óseos de esta víctima de asesinato cuyo paradero se desconocía se encuentran en Madrid, en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, todo ello después de que la familia le reclamara al subdelegado que indagara dónde se encontraban los restos extraviados.
Según detalló la familia, "el juzgado no se los había reclamado a Toxicología", por lo que la semana pasada, cuando todo estaba dispuesto para darles sepultura, la Policía solo le entregó en el mismo cementerio una caja con tres huesos.
Una vez conocido el paradero de los restos, tras las gestiones realizadas ante la Policía por Primo Jurado, María del Mar Donoso comentó que tienen "la tranquilidad de saber que no se han perdido", pero insistió en que esto se ha conocido "porque la familia se ha movido, ya que nadie daba respuestas".
Precisamente, la familia denunció el miércoles en el juzgado de guardia la "falta de restos cadavéricos" de Soledad Donoso y ya apuntó a que "ha habido una negligencia". Esto se produjo tan solo unas horas después de que, con todo dispuesto para la inhumación, recibieran en el mismo cementerio de San Rafael una caja con tan solo dos fémures y un húmero, a pesar de que en su día se exhumó "el cadáver completo" para analizar los restos una vez que se reabrió el caso.