El tenista español Rafa Nadal ha sellado su pase a las semifinales del Abierto de Brasil, que se celebra sobre tierra batida en la ciudad de Sao Paulo, no sin sufrir (3-6, 6-4, 6-4) ante el argentino Carlos Berlocq en un duelo en el que el mallorquín no estuvo acertado y necesitó de un tercer set para citarse con el italiano Filippo Volandri por un puesto en la final.
Nadal jugó quizá el peor partido desde su vuelta a las pista, pero aún así fue suficiente para batir al número 78 del mundo en un resurgir final. Después de un primer set para el olvido, muy mal con su saque y cometiendo muchos errores no forzados, el de Manacor fue discretamente imponiendo su aureola de favorito sobre un Berlocq que no se vio superado por el reto hasta casi el final del mismo.
Desperdiciar hasta cinco bolas de 'break' en el primer juego del partido sin duda no sentó bien a Nadal. Los primeros minutos de los cuartos de final dejaban entrever un Nadal fallón y poco efectivo, que en el sexto juego se vio por debajo en el marcador con una rotura en contra (2-4). A Berlocq le duró poco la ventaja porque el Balear se rehizo a continuación para recuperar su saque, pero el de Manacor no estaba fino con su servicio. El argentino volvió a romper y sumó el primer acto después (3-6), a la tercera bola de set, pese a la resistencia del español.
La moral de Nadal, tradicionalmente de hierro, también está en rodaje y el español no responde ante la adversidad en su plenitud. Pese a encajar el primer set, la reacción del mallorquín no llegó de forma automática como antaño. De hecho, en el tercer juego del segundo parcial, Berlocq pudo ponerse por delante pero Nadal salvó la bola de 'break'. El favorito número uno en Brasil no las tenías todas consigo e incluso desaprovechó tres bolas de rotura en el octavo juego. Era aún pronto para tirar la toalla y, cuando volvió el saque al argentino, sobre la bocina, Nadal logró el 'break' para adjudicarse el segundo set al resto (6-4).
La reacción del número cinco del mundo parecía servida, pero el argentino, emulando a su compatriota Horacio Zeballos --quien ganó el pasado domingo la final a Nadal en el torneo en el que el español regresaba a las pistas (Viña del Mar) tras siete meses--, quería otro hueco en la historia. En el tercer juego del tercer set, con dejada incluida, Berlocq se ponía por delante y consolidaba después la ventaja (1-3).
Nadal no daba señales de poder con el sudamericano, poderoso con su saque y con confianza, con lo que se antojaba necesario para el español un despiste de su rival. Éste llegó en el sexto juego, en la primera bola de 'break' para Nadal en el tercer acto, que el argentino le regaló con una doble falta. Después de consolidar (4-3), solo un milagro parecido al ocurrido en Chile podía apartar del triunfo al de Manacor, de nuevo ante un argentino. Esta vez Nadal pudo levantar los brazos y celebrar una sufrida victoria, certificada con un nuevo 'break' ante un rendido Berlocq (6-4).