Carlos Bacca es mucho más que un cañón. Su juego ofensivo no sólo se circunscribe a la portería contraria, el colombiano además tiene una influencia descomunal en todo el ataque,  con un juego de espaldas que da múltiples salidas a los ataques del equipo. En Riazor no marcó, pero fue clave en el primer gol de los nervionenses, devolviéndole una pared al canario con un movimiento excepcional, aguantando con un giro magnífico el momento justo para dejar solo a su compañero en carrera, una jugada muy similar a la del 2-0 de Denis ante el Málaga en el pasado mes de enero.


Con la de Riazor, son ya seis las asistencias de Carlos Bacca en lo que va de Liga, que unidas a los 14 tantos que suma le convierten en el futbolista más determinate del equipo, con incidencia en 20 de los 46 goles que suma el Sevilla en lo que va de Liga. En la primera jornada, ante el Valencia, dejó solo con el exterior a Aleix Vidal, para que el catalán, en dos tiempos, batiera a Diego Alves, en el partido contra el Deportivo de la primera vuelta le dio un gol a Mbia, contra el Almería, tocando atrás, asistió a Iborra, una semana más tarde brindó una pared a Danis y contra el Espanyol, tras salir al paso de varios rivales, rompió la defensa catalana con un pase de tiralíneas que supuso medio gol del gallego Iago Aspas.