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Gaviria vuelve a reinar al esprint y Jungels sigue de rosa

Atacó el esloveno Luka Pibernik (Bahrain), tan cegado por ganar que no se enteró de que le faltaba una vuelta para terminar

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  • Bob Jungels. -

El colombiano Fernando Gaviria (Quick Step), debutante en el Giro, ya tiene un doblete merced a un poderoso esprint que le dio la quinta etapa, disputada a través de 159 kilómetros entre Pedara y Messina, en la que su compañero luxemburgués Bob Jungels conservó la 'maglia' rosa.

Gaviria, de 22 años, a quien no le agrada su apodo de 'Misil' por la connotación bélica, se lanzó como un cohete en la recta de meta de la ciudad siciliana de Mesina para levantar de nuevo los brazos y dedicar otra tarde de gloria a su familia, presente en la llegada.

Con orgullo, sus padres y hermana, también ciclista, vieron cómo Fernando volaba en un esprint muy disputado para imponerse al italiano Jakub Mareczko (Wilier) y al irlandés Sam Bennett (Bora). Su gran rival, el alemán André Greipel (Lotto Soudal), fue cuarto.

La sexta victoria para el corredor de La Ceja (Antioquía), otra más para el Quick Step, que sigue de fiesta en el Giro del Centenario. Acaparan el podio los hombres del equipo belga. Gaviria baja del podio tras descorchar el champán de la etapa y le pasa el relevo a Bob Jungels, que asciende a rociar al personal con el espumoso de la 'maglia' rosa. Por si fuera poco, Gaviria también se probó la 'maglia' de la clasificación por puntos.

De momento, Jungels volvió a sacar brillo al maillot de campeón nacional, cubierto de rosa. Podrá mantener el privilegio si logra mantener a raya a Geraint Thomas (Sky) y Adam Yates (Orica), el dúo británico que le siguen a 6 y 10 segundos respectivamente. Con el mismo tiempo, los grandes favoritos, con Nairo Quintana, Mikel Landa y Vincenzo Nibali.

Jornada tranquila tras el Etna. Guión escrito para los esprinters y cumplido a rajatabla. Hasta llegar al momento decisivo se encargaron de animar el recorrido por Sicilia el polaco Maciej Paterski (CCC Sprandi) y el ruso Evgeny Shalunov (Gazprom). Apenas había bajado la bandera para que echara a andar la caravana y los citados ya se habían disparado.

Mucho aguantaron en cabeza, siempre controlados por el grupo, que nunca permitió que la diferencia se disparase. Mientras abrían camino, por detrás Gaviria mostraba su interés por el maillot de puntos esprintando y cosechando puntos en las metas volantes. Su idea está clara, quiere llegar a Milán con el maillot morado y unas cuantas etapas. De momento, bien lo lleva.

A 25 de meta Lotto Soudal, Orica y Quick-Step tomaron cartas en el asunto para iniciar la caza. Efecto inmediato. Tras 144 kilómetros en fuga, el pelotón dio carpetazo a las ilusiones de Paterski y Shalunov.

Restaban 14 para Mesina, que lucía a pleno sol con las aceras repletas de un público entregado con su ídolo y paisano, Vincenzo Nibali. La organización puso un circuito de 6 kilómetros al que había que dar dos vueltas. Entre curvas aparecieron los nervios por coger un buen sitio para evitar caídas unos y para optar a la victoria otros.

En la recta que conducía al primer paso por meta, atacó el esloveno Luka Pibernik (Bahrain), tan cegado por ganar que no se enteró de que le faltaba una vuelta para terminar. Tampoco oyó la campana que avisaba del dato, así que levantó los brazos en vencedor.

Pronto se le pasó la emoción. El pelotón le rebasó cuando ya frenaba para compartir su euforia con alguien. Disgusto para el compañero de Nibali. A aguantar la sorna de los compañeros.

Tras superar la última rotonda, de nuevo el gran grupo en la recta de meta. Era la buena, la de la gloria. Orica y Lotto Soudal pusieron al personal en fila, pero el Quick Step volvió a mandar de lanzadera al argentino Maximiliano Richeze, "El Atómico". Al pibe no le disgusta el sobrenombre, y le hizo honor una vez más, empujando a Gaviria a la zona de combate.

Allí saltó Bennett, la rueda que seguía el colombiano, quien contestó de inmediato. También reaccionó con fuerza descomunal Mareckko, a quien le faltaron unos metros para quitar la miel de los labios al barbudo Gaviria. Esta era la llegaba buena. La segunda para el "Cohete" de Antioquía.

La sexta etapa se disputa este jueves ya en la península después de cinco entre Cerdeña y Sicilia, una jornada larga de 217 kilómetros que llevará al pelotón desde Reggio Calabria a Terme Luigiane.

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