Pablo Iglesias, considerado el padre del socialismo en España, fue el fundador del PSOE y de la
UGT (click), fundación sindical creada en 1888 y segundo sindicato más representativo en España por detrás de
CCOO (click), confederación vinculada al PC e ideológicamente orientada a la supresión de la
sociedad capitalista (click), organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de producción en base a un modelo económico que deriva del usufructo de la
propiedad privada (click), son los
derechos (click), referencia a aquello que se concede a un
sujeto de derecho (click), unidad sobre la que la ley efectúa imputaciones directas, arrogándole derechos y obligaciones a las
personas (click), fisiológicamente, ser o individuo de la
especie humana (click), biológicamente, una
especie animal (click), grupo natural estrechamente emparentado con los
hongos (click), se pueden clasificar en cuatro grupos: saprofitos, liquenizados, microrrizógenos y
parásitos (click), relación en la cual uno de los participantes (el parásito) depende del otro (el hospedador) y obtiene algún beneficio. Ahí está. Lo sabía: todo lo que está pasando es culpa de Pablo Iglesias. Lo dice
wikipedia. Por partes.
Intrusos. Cada vez que escucho el término y veo a la juez Alaya, con ese vestidito crudo con encajes, tan seria, arrastrando ella sola la maletita de los papeles y, de fondo, voces sobre imputados que gestionaban el gobierno autonómico o sindicatos, con aseguradoras de por medio y comisionando, e intrusos, que es una persona que se ha introducido sin derecho, siento tanta, tanta vergüenza. Porque, qué vergüenza, ¿no? Y aún nadie ha dimitido. Nadie. ¿Qué vergüenza, no? Nadie se va, nadie tiene la culpa. Nadie. Qué manera de tirar, de robar, el dinero que con tanto esfuerzo aportamos en impuestos los pocos que, desgraciadamente, tenemos trabajo. Y nadie se va, al contrario, puentes de plata hacia otras administraciones y borrón y cuenta nueva y, eso sí, Andalucía hospitalaria, buena gente, clima de lujo, pescaíto frito. Llena jefe. Hasta del famoso fondo de reptiles han salido subvenciones para la prejubilación, puede ser que injustificada, en grupos de comunicación varios, incluso alguno de marcado acento andaluz, que Alaya ahora reclama, recurren porque devolver el dinero no quieren, no pueden y, mientras y muy dignos, editorializan a diario cuando, a tenor de lo aparente, deberían hasta de callarse. Se acortan distancias.
De Alaya solo espero que termine lo antes posible lo que ha empezado y que no quede en fuegos de artificio porque tremendo es el daño que se le está haciendo a la imagen de la comunidad, hoy a la altura de Zambia en sus peores horas. También espero que separe el calendario jurídico del político, más que nada para que yo, entre otros, me crea que nada tiene que ver una cosa con la otra, que ya es difícil, y que se establezcan todas las responsabilidades y que se devuelva todo el dinero, todo. Que es mío, tuyo, de todos, y que una banda de golfos, donantes y receptores, se lo han pulido en fiesta. Sigo.
Transparencia. Sigo esperando que la Junta conteste mis alegaciones al anteproyecto de Ley, presentadas en julio, colgadas en la web de este periódico, públicas por tanto. Mías. De entrada, sentencio que rápidos no son, quizás, insisto, haya que abrir una oferta de empleo público para la Junta que les dote de más personal y se agilicen este tipo de trámites administrativos. Quizás no sepan cómo meterle mano al asunto. Quizás confíen en que me olvide, o en que me haga intruso y me pierda, o en que me meta a cartujo…
Nombramientos. Mientras Zoido, el fugaz, advierte que los ministros andaluces, Báñez, Arias y Montoro, son tan buenos que es imposible prescindir de ellos en Madrid para que lideren Andalucía –marcando distancias- como si eso pudiera colar y no nos diéramos cuenta de que él y Cospe andan como locos por colocar ahí a José Luis Sanz, el PSOE andaluz afina maquinaria para proyectar la noble imagen de su joven y radiante presidenta, que últimamente se ha abrazado al discurso nacional y el jueves en el Alfonso XIII y ante los micros de la SER, organizadora, Unicaja, patrocinador, 8TV, oficial difusor hacedor de méritos para que los contratos fluyan, y entorno habló de las balanzas fiscales, que es un tema que se ve la tiene inquieta desde la adolescencia –en estos desayunos tampoco se desayuna, aunque sean menos pijos por ser de izquierdas. Quien ponga un puesto de churros a la salida con papel de estraza se forra, aconsejo-, dejando al tiempo perlas, a mi modo de ver, del tipo de que va a proponer la prohibición de donaciones privadas a los partidos políticos porque, dijo, “quien da un euro espera recibir algo a cambio”, que es lo mismo que asegurar que quien lo recibe estaría dispuesto a dar algo a cambio pero, más fácil y propongo, quien sospeche que la donación puede ser interesada simplemente podría no aceptarla. ¿No? Demasiadas palabras para decir tan poco.
Dos días antes, Díaz nombraba a Miriam Alconchel nueva delegada territorial de Salud en Cádiz, haciéndole de este modo el favor de su vida, a ella y al PP de Jerez. ¿Y por qué? La nombra y, con ello, se la reserva a futuro y la saca de la pelea de gatos que es hoy el PSOE de Jerez y que apunta a tiroteo múltiple, igual la cosa termina en primarias con cuatro candidatos o con ninguno. A saber. Lo del PSOE de Jerez es ejemplo de decálogo sobre todo lo que no se debe hacer si pretendes recuperar lo perdido, pero como lo que se hace mal tiene tendencia a ser rematado peor igual terminan por poner a Lebrero de candidato y lo venden como un proceso de renovación distinto al tradicional, más abstracto, difícil de explicar pero sólido en su concepto marxista base: solo al alcance de ser entendido por mentes privilegiadas. En todo caso, Ainoha queda liberada de un gran peso. Y Alconchel, ni te digo, hasta le dio un bajón ante lo que asume pero sobre todo por lo que, imagino, suelta.
Pelayo, María José, mientras, se lima las uñas sin abandonar la sonrisa, qué mala. Sabe que entre todos se lo están poniendo bien, con una oposición desmelenada y, estos días, entretenida solo por ese eterno conflicto laboral del personal municipal que no logra solventar a pesar de sus habilidades en las distancias cortas, que es donde la política hoy de verdad se la está jugando ante la caída en picado del crédito y lo poco que llega la combinación de un político dando un discurso desde un atril usando palabras que casi nadie entiende.
El informe condicionado. Es una modalidad que yo, personaje del mundo, desconocía, y como del tema he hablado otras veces la expongo a modo de, por ejemplo, anexo. Resulta que un alcalde le pide, por divagar yo, un informe sobre algo a, por ejemplo, un interventor y este emite el citado informe pero lo condiciona a que, a su vez, le entreguen otro informe de, por ejemplo, un área como pudiera ser recursos humanos, con lo cual entrega su informe condicionado a que en un futuro indeterminado le hagan llegar otro informe cuando lo lógico sería emitir el informe en cuestión una vez que te hayan entregado todos los informes necesarios para informar definitivamente –pero eso puede resultar peligroso para la integridad del informante y/o dañino para la del solicitante del informe-. Bien. Con este informe condicionado a otro, el político solicitante explica a todos que puede aprobar esto o aquello porque tiene un informe de, por ejemplo, el interventor, que lo avala, no dice nada, claro está, sobre que el citado informe está condicionado a otro informe, con lo que el interventor sale del entuerto y se parapeta ante cualquier problema en el futuro. La leche lo de esta gente. Para admirarles de verdad, qué ingenio. Es para irse por allí con un cartucho de pipas y verles funcionar en directo, ¿no? Igual poniendo gradas por los pasillos y cobrando entradas logran una vía alternativa de financiación para, por ejemplo, costear material de oficina. Buena idea. ¿Quién emite un informe para elevarla a propuesta? Ya estamos…