Con el postre aún emanando sabor te enfrentas, un día más, a Ana Blanco en La 1, a quien auguras longevidad por lo curtida que se la nota tras tanto aguante. En 1976 fue la primera vez que identificaron un brote del virus de moda y lo hicieron en el río Ébola, de ahí su nombre, en la República Democrática del Congo… Serias dudas, advierte, sobre que tanto la enfermera contagiada como el sistema siguieran los protocolos sanitarios…; continúa la investigación sobre el irregular gasto de las tarjetas opacas de Caja Madrid, ahora Bankia, relata mientras el sabor a plátano no logra endulzar lo agrio de esta España destapada donde un grupo, grande, de exquisitos se lo han pasado pipa…; la juez Alaya imputa hoy…; el sindicalista minero presuntamente estafador de 1,4 millones de euros a Hacienda…; la Pantoja, que esta sí que termina entre barrotes…; el PSOE, en un ejercicio de transparencia, hace públicas sus cuentas, que reflejan una deuda de 64 millones de euros –que son más de diez mil millones de pesetas-, de la cual nadie, financieramente, parece responsable… -el PP tal vez visite a Bárcenas en Soto del Real a ver si es capaz así de descifrar su contabilidad…; Carmen Castilla, la líder de la UGT en Andalucía, esa misma a la que pincharon el teléfono y la pillaron diciendo eso de
“me comparan con Susana Díaz… ¡Tiene cojones!, con lo fea que es…”, me parto, poco futuro le auguro, ejem, reclama una subida general de salarios y lo hace, leo en el pensamiento de mi Ana Blanco, unas horas después de que la Fiscalía Anticorrupción solicite la imputación de los dos ex secretarios generales de UGT-A, Manuel Pastrana y Francisco Fernández, al considerar que ambos financiaron irregularmente el sindicato con el dinero destinado a la formación y uno,
plataneando aún, se cuestiona cómo se puede tener la desfachatez de gastarse en el mantenimiento del sindicato el dinero destinado a formar a parte de ese millón de parados andaluces y, sin sonrojarse y al tiempo, ataviarse con pancartas para vociferar contra los demás. Noto que Blanco, Ana, opina idem.
También coincidimos en que nos gustaría, a ella conjugar y a mí escuchar, gramática relativa al verbo dimitir. Aunque solo fuera por una vez, aunque solo fuera por parecer que esto no es España, aunque… Dimitir, cuán bello y rotundo suena con esa contundente T dental y la R al final. Di.mi.tir. Pero hacerlo como es debido y no como Gallardón, que muy digno ha dicho adiós para pasar a formar parte del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid por unos miserables 8.500 euros brutos al mes. Eso más bien es retirarse. Dimitir es irse a su casa de uno sin otra cosa más que vergüenza.
Lo del PSOE de Jerez (III). A lo
Breaking Bad, el PSOE de Jerez sigue cocinando cristal por capítulos y, con ello, enganchando al personal en el seguimiento del serial. José Carlos Ramos anunciaba esta semana la suma de avales y, en consecuencia, su intención de presentarse a primarias frente a Mamen Sánchez, que aunque en principio sume más avales que su adversario porque estos han de ser públicos teme, y hace bien, que la votación posterior, que no es pública y por tanto es privada y de ello libre, se le pueda volver en contra; habitual es el hecho de “no te preocupes que yo te voto” mientras piensa exactamente que "ni muerto". La cuestión, trascendente, es qué posición tomará el llamado aparato, que a toda costa ha querido evitar las primarias para ampararse en que solo había una candidata posible y dejarla estrellarse a solas, pero el hecho de que una seta silvestre florezca sin permiso le obliga a ceder y aceptar primarias mostrando ciertas debilidades y, es de suponer, a amparar aún más a su presunta candidata oficial, Mamen Sánchez, para que las gane, que estaría por ver porque hay mucho histórico molesto con el
democrático proceso, y aceptar como del aparato el resultado que esta coseche en las municipales: y eso es lo peor. Es decir, el aparato, que hoy para bien o mal es Susana Díaz, debe decidir hasta qué punto está dispuesto a emborronar su imagen con una historia cuyo final, a lo
Breaking Bad, amenaza en acabar a tiros. Y es que a la presidenta la están metiendo entre todos en un lío de narices y precisamente no es de las que acepte, perdone, disculpe o se muetre comprensiva ante quien juegue a cara o cruz con una moneda donde aparece su rostro.
Candidatos. El próximo día 16 parece tener previsto el PP de Cádiz hacer públicos a sus candidatos después de haber practicado con bisturí el proceso selectivo, ese mismo que tan asumido tiene lo inoportuno de hacer primarias mientras exista el revelador dedo mágico. Teo, Pelayo, Candón, Marín, Loaiza, Mestre, Landaluce y Macías, este último solución para intentar resolver en lío de La Línea, serán los ocho candidatos elegidos para aquellas localidades de más de cincuenta mil habitantes de la provincia y que condensan el mayor porcentaje de votos, que son Cádiz, Jerez, El Puerto, Chiclana, San Fernando, Sanlúcar, Algeciras y La Línea, para donde el PSOE enfrenta a González, Sánchez o Ramos, De la Encina, Román o Muriano, Cavada, Mora, Silva y Araujo; no quisiera yo pensar que la aparición en Chiclana del arquitecto Joaquín Muriano, que fuera delegado de Urbanismo hasta 2007, estuviera apadrinada por a saber quién y que de ella emanara, tal vez, la realización de un bonito proyecto en zona colindante, al menos eso se susurra en los pasillos de la casa del pueblo gaditano. Pensar eso sería ser muy mal pensado y ni Ana Blanco ni quien suscribe caemos en determinadas tendencias tendenciosas.
Gotera y Otilio. Igual el sentimiento me puede pero dudo que esta sociedad de la tecnología punta donde un niño de siete años compite en fútbol o carreras a través de la red con otro en Manila, Filipinas, disfrute con ello tanto como yo lo hacía de pequeño cuando junto a mi señor padre debía elegir el tebeo del domingo, qué antigüedad.
El capitán Trueno, El Jabato, Mortadelo, la maravillosa
13. Rue del Percebe o
Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio, donde Gotera hacía de patrón, siempre con su bombín puesto, mandando, sin mancharse, sobre Otilio, un desastroso peón que solo pensaba en comer enormes bocadillos. La empresa de reparaciones, creada por Francisco Ibáñez en 1966, solía terminar en desastre y huida en cada una de sus intervenciones. Pero siempre había un capítulo más. Y eso recordé y con ello concluí al cierre del informativo de Ana Blanco, que me ha acompañado hoy para relatar lo mío especulando sobre esta España de chapuzas a lo Gotera y Otilio, donde se ha instalado la cultura del disparate y donde a todo el mundo empieza a parecerle normal convivir con la deshonestidad y el vicio, donde lo prometido dura lo que un recuerdo fugaz y donde, dicho sea, muchos trabajan a diario y en silencio para sostener el sistema, dentro de la sociedad civil, la administración y, también, la política, ciudadanos a quienes parece se les mide a diario, vía Ana Blanco, su capacidad de aguante.
Pd. Siendo justos sí que hay un sistema de control que en España funciona a la perfección, tanto en su puesta en funcionamiento, desarrollo de la idea y posterior e inmediata ejecución de la pena. Y es el rádar de la Guardia Civil; lástima que no sea posible trasladar tanta eficacia a todo lo demás.
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