Ayer por la mañana se celebró uno de los Plenos más importantes del año, el Pleno del Debate sobre el Estado de la Ciudad. Un pleno para rendir cuentas a los ciudadanos de lo que se ha hecho y de lo que no en el ultimo año. Una sesión que tenía que haberse celebrado en junio según el reglamento orgánico municipal y no en plena Navidad; “ entre polvorones y villancicos” como comentó de forma cómica la oposición.
Un debate que de debate no ha tenido nada. Como viene ocurriendo en cada episodio, esta sesión solo ha servido para recriminar. Por un lado y por el otro. Y es que para que haya consenso, uno tiene que querer dialogar. Y diálogo, lo que se dice, ha habido más bien poco. Los esfuerzos están más centrados en derribar al contrario que en plantear soluciones y alternativas para mejorar.
Por un lado, reproches que el gobierno sortea o se niega a responder, sacando pecho de aquello de lo que sí está orgulloso. Por otro, una oposición que enumera uno a uno todas las promesas que quedaron en el olvido. En definitiva, reproches por aquí, reproches por allá. Y tiempo insuficiente para seguir y recriminar. Una retahíla dispersa por parte de cada concejal.
Un debate que no llega a ninguna parte y en la que se tratan los temas de siempre: los contratos que debería haber y no hay, los tantos que la oposición señala que se apunta el gobierno y que no son suyos, las largas esperas en Urbanismo en cuestión de licencias, el gerente de Puerto Global, el avance del PGOM , la situación financiera de determinadas empresas municipales, el tema del pago a proveedores, El Puerto como el nuevo Magaluz, el “caso de los escoltas del alcalde” y un largo etcétera... Y ante eso el equipo de gobierno responde orgulloso que son “todo un ejemplo de buen hacer, de posibilidades de cambio, de revolución municipalista...”
En conclusión, otro Pleno que no llegá a ningún lado y en el que el debate brilló por su ausencia. Y en el que para cerrar el pleno, el alcalde tras agradecer el tono de los portavoces, dado el Pleno de noviembre, lamentó que no se hubieran traslado en la sesión propuestas, “sino tan solo críticas”.
