Toda una vida dedicada a su arte, a expresar lo que tiene dentro y a volcarlo hacia el público, ya sea a través de sus poesías, sus pinturas, sus lances toreros o sus cantes apasionados. Antonio Puerto es tan de aquí que lleva el nombre de su ciudad como apellido.
Estamos en un momento histórico donde ese Vaporcito emblemático, que ha acompañado a portuenses y a todos aquellos que nos visitaron en la bahía de Cádiz, parece que está llegando a su finalAntonio nos cuenta que ha hecho muchas cosas en su vida y que ha tenido la suerte de haberse vestido de luces y torear en nuestra Plaza Real en dos ocasiones. También ha trabajado en las caballerizas de Terry o en la construcción, hasta que se va a Madrid a cantar con gente de primera fila y comienza a ganar premios.
Es considerado por muchos como uno de los mejores cantaores de España. En 2011 se pone a dibujar cuadros con una técnica de arena (realizando hasta 8 exposiciones) que se pueden ver en la Sala Milwaukee en la actualidad. Además, en su faceta como poeta, tiene más de veinticinco sevillanas escritas y doscientos fandangos, como para escribir un libro.
Antonio, ¿cuál es ese proyecto en el que estás ahora?
–Después de mi trayectoria como artista en el flamenco, en la que he conseguido cosas importantes que me han dejado muy satisfecho, y tras el espectáculo de Rafael Alberti que fue un éxito aunque sin la repercusión que debería haber tenido, pensé que estamos en un momento histórico donde ese Vaporcito emblemático, que ha acompañado a portuenses y a todos aquellos que nos visitaron en la bahía de Cádiz, parece que está llegando a su final.
Pero tú estuviste en contacto con el propietario del Vaporcito.
–Sí, estuve con este señor que llegó a pensar que el Vaporcito se podría reflotar y yo me ofrecí a cantarle en caso de que aquello llegara a buen puerto. Me hizo mucha ilusión porque se hablaba de que iban a venir personajes públicos de relevancia a esa reinauguración del barco. Ahí empecé a sentir un algo poético por el Vaporcito y entonces le he dedicado varios fandangos, un martinete, unas alegrías de Cádiz y unas sevillanas muy bonitas en vista de que El Puerto es una ciudad muy feriante.
Y aquí, Antonio, es donde entra Paco Alba y su pasodoble.
–Claro, es con las letras de Paco Alba, con el fundamento de ese pasodoble, de donde capto estas sevillanas a modo de documento sonoro, de documento poético para ofrecérselo al pueblo, a mi pueblo. Me gustaría tener la posibilidad de hacer un vídeoclip o algo similar con estas sevillanas.
¿Cómo quieres hacer visible este proyecto?
–A mi me gusta hacer las cosas de verdad, me gusta hacerlas bien, así que sería muy bonito que estas sevillanas se pudieran presentar en la Caseta Municipal uno de los días de la Feria. Entonces con cantarlas algunas veces en el recinto ferial donde corresponda, pues ya le estás regalando algo a los portuenses. Creo que esa locura de ver cómo nos vamos a quedar sin el Vaporcito debe hacernos movilizarnos para cantar, desde mi humilde aportación, esas sevillanas donde se requiera o se necesite o se vea conveniente.
