Esta mañana, poco después de las diez de la mañana, eran desalojadas del piso asistido las dos mayores que aún quedaban en este edificio municipal, siendo trasladadas a la residencia de Diputación en la calle Zarza. Las propias trabajadoras aseguran que, tras la promesa incumplida del alcalde, Enrique Moresco, de darles cita esta semana, sin que haya sido así, hasta el momento del desalojo final “se han apresurado mucho”, puesto que el plazo para el cierre final de este recurso estaba fijado para el 29 de julio, que es cuando finaliza el contrato con la empresa Asisttel.
Así, explican que “el lunes salió una anciana para Afanas y hoy (por ayer) las dos últimas”, denunciando que “nos encontramos desoladas y cabreadas, porque si mal lo podían hacer, peor lo han hecho”. Además, denuncian que personal del área de Bienestar Social fue el encargada de acompañar a las ancianas a su nuevo destino, sin ni siquiera dejar que las gerocultoras se acercaran a despedirse.
La situación ahora, explican, es que se quedan seis trabajadoras cumpliendo sus turnos de trabajo con un piso asistido cerrado, puesto que la empresa no tiene notificación firmada del Ayuntamiento para poder cortar el servicio. Son bastante claras, lamentando que sólo una ha sido recolocada en Sevilla, en una residencia de Asisttel, que admiten que se está portando pues está intentando buscar sitios alternativos a la plantilla, lo que echan de menos del Ayuntamiento, “que el Viernes de Dolores se comprometieron con nosotras en la recolocación”, cuando confirman que ahora “han echado el culo para atrás”. Indican que “el resto estamos en la calle”.
Además, la plantilla del piso asistido confirma que “el bien social y los puestos de trabajo no les importan”, refiriéndose al Consistorio. Las trabajadoras estuvieron apoyadas por miembros del Foro Social, que desplegaron sus pancartas en contra del cierre del piso asistido, así como de ciudadanos que, de manera voluntaria, mostraron su apoyo al pasar por la calle Nevería, donde se ha desarrollado la concentración ciudadana.
El Monasterio apoya
Por otro lado, en su recorrido habitual por las calles del centro, los trabajadores del hotel Monasterio también se unieron a la reivindicación de las trabajadoras del piso asistido, pues entienden que en casos como estos la unión hace la fuerza, algo que piden para ellos. E incluso ambos colectivos, junto al Foro, acudieron, megáfono en mano, hasta la puerta del Consistorio, para aprovechar que el alcalde, Enrique Moresco, tenía la firma de la cesión de activos de Visteon, para reclamar que las recibiera y les diera una explicación.
