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El Puerto

Marejada a la vista

Las tensas relaciones en el seno racinguista puede provocar más dimisiones en la, ya de por sí escuálida, junta directiva.

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  • Los nervios afloran en la recta final de la Ley Concursal. -

La situación no es nueva. Días atrás publicábamos la renuncia del vicepresidente Juan Castro que dimitía después de cerca de cuatro años como directivo.

Las relaciones dentro del seno racinguista no pasa, precisamente, por su mejor momento. Tensiones, presiones y discusiones que han llevado a sopesar seriamente el arrojar la toalla a más de uno. El que sí se ha pronunciado públicamente ha sido el todavía presidente, Ignacio Corzo, que en un medio local dejaba la puerta abierta a una posible dimisión para el mes de enero.

Según ha podido saber este medio, la Ley Concursal tiene de vida dos meses más para que se conozcan los detalles y la cuantía de la deuda final en el concurso de acreedores.

El desgaste, las diferencias y los múltiples problemas económicos que asolan la entidad, comienza a plasmar nervios y situaciones difíciles de afrontar en el día a día.

Elecciones en el horizonte

Se abre la veda. Si la pasada asamblea de socios se posponía abrir el proceso electoral una vez acabada la Liga, ante estas nuevas intenciones y ante un clima de los más inestable, los acontecimientos podría precipitar decisiones en semanas, si no en días sucesivos.

Una de ellas sería la posibilidad de finalizar la legislatura y esperar a la presentación de posibles candidaturas y otra, para el caso de la dimisión de Corzo, una gestora se haría cargo de acabar el mandato hasta mayo.

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