Después de la ceremonia oficial en la que Gbagbo juró el cargo para un nuevo mandato de cinco años, pese al rechazo internacional, Ouattara, apoyado por la comunicad internacional, informó en un correo electrónico que había sido investido tras ganar los comicios presidenciales.
Ouattara, que fue el ganador de las elecciones del 28 de noviembre, según la Comisión Electoral Independiente (CEI), “fue investido y su designación se comunicó al Consejo Constitucional”.
Posteriormente, el primer ministro del Gobierno marfileño, Guillaume Soro, líder de las Fuerzas Nuevas, presentó su dimisión a Ouattara, tras reconocer su victoria electoral y tras haber “completado su misión de organizar las elecciones presidenciales”.
Antes de conocerse esta información, el actual jefe del Estado, Laurent Gbagbo, juró como presidente para un nuevo mandato de cinco años ante Paul Yao N'dré, presidente del Consejo Constitucional, máxima instancia judicial que este viernes le proclamó vencedor.
En el acto, tanto Gbagbo como N'Dré criticaron a la comunidad internacional por reconocer la victoria de Ouattara y la calificaron de “injerencia” en los asuntos del país.
N'Dré, aliado y familiar de Gbagbo, no reconoció los resultados de la CEI, que daban un 54 por ciento de votos a
Ouattara y un 46 por ciento al actual gobernante.