El ganadero implicado en un siniestro que costó la vida a otra persona niega que condujera ebrio
Después de que fracasaran en su intento de dilatar la comparecencia ante el juez de Ortega Cano; a pesar de que existen indicios periciales que apuntan a que el ganadero iba circulando a una velocidad superior a la permitida y que invadió el carril contrario; después de que se haya conocido que existen dos testigos que alertaron al 112 de un vehículo circulando de forma temeraria, y que resultó ser el del extorero... los abogados del diestro le han asesorado para que diga que sólo se mojó los labios en una copa de cava antes de serntarse al volante del vehículo con el que colisionaría minutos más tarde, en un accidente en el que perdió la vida un a persona.
Prueba contaminada
El célebre conductor, acusado de varios delitos relacionados con la seguridad del tráfico, quiso asimismo insinuar que las pruebas que determinaron por parte de los controles de la Guardia CIvil su estado de embriaguez debían estar contaminadas, y recurrió incluso al épico recurso de jurar por sus hijos que no había probado una gota de alcohol. Asimismo, quiso achacar una posible distracción a su situación de salud cardiovascular.Las asociaciones de conductores y la acusación ejercida por los abogados designados por la familia de Carlos Parra, consideran poco menos que una burla el testimonio del ganadero ante el magistrado que investiga lo sucedido en la fatídica noche, y consideran que . Ortega Cano asegura además que no rebaó en ningún momento la velocidad permitida, puesto que “no tenía prisa”.
Los dos testigos irán hoy a declarar
El juez de Instrucción número 9 de Sevilla ha citado a declarar como testigos a una persona que llamó al servicio de Emergencias 112 en los minutos previos al accidente asegurando que un vehículo como el conducido por el extorero le había adelantado a una velocidad "excesiva" saltándose para ello la línea continua e invadiendo el carril contrario, así como otro conductor que circulaba detrás del vehículo de la víctima y que pudo ver cómo se produjo el siniestro. Los testigos facilitaron a sus interlocutores el número de matrícula, que coincidía con la del diestro.