En 2010 eran el 28,4 por ciento los jóvenes de entre 18 y 24 años sin titulación secundaria postobligatoria (Bachillerato o FP) y que no seguían ninguna formación, según el documento "Datos y Cifras" del curso 2011-2012 del Ministerio de Educación.
Un año antes, eran el 31,2 por ciento; el 31,9 por ciento en 2008, cuando estaba comenzando la crisis, y el 29,1 por ciento en 2000.
El cualquier caso, la tasa española, con diferencias entre comunidades, sigue cerca del doble de la media de la UE (15 por ciento) y casi triplica el objetivo para 2020 en toda la Unión (10 por ciento).
Aparte, está mejorando el nivel de graduados en Secundaria Obligatoria (ESO) a los 16 años, de manera que el fracaso escolar desciende del 28,5 al 25,9 por ciento entre 2008 y 2009.
Las previsiones oficiales apuntan que la matriculación en FP presencial de grado medio crecerá este curso un 4,7 por ciento, hasta los 302.182 alumnos; y un 5,6 por ciento en la superior, hasta los 280.379.
Los que estudian Bachillerato presencial serán 636.339, un 1,9 por ciento más.
Estos incrementos se agregan a los de un curso antes, cuando los alumnos de FP media presencial subieron un 6,1 por ciento, los de la superior un 8,3 por ciento y los de bachillerato un 2,5 por ciento.
La modalidad de estudio a distancia es la que más está creciendo, con una subida del 16,6 por ciento este curso en FP.
Según algunas interpretaciones, la crisis económica hace que el sistema educativo retenga a más alumnos y recupere a otros que dejaron los libros con formación escasa durante la bonanza económica atraídos por un mercado laboral que animaban la construcción y el turismo.
Pero las repercusiones son desiguales por sexos, ya que eran el 37,4 por ciento de hombres los que engrosaban el abandono en 2009, frente al 24,7 por ciento de mujeres.
Desde hace años, el Gobierno y las CCAA colaboran en los Programas de Refuerzo, Orientación y Apoyo (PROA) para la prevención del fracaso y abandono escolares, que este curso se aplicarán en 4.181 centros de primaria y secundaria de todo el país.
Y con el fin de evitar que los alumnos con más dificultades se queden por el camino, el Gobierno central ha impulsado una reforma de la ESO y la FP basada en pasarelas entre las dos etapas y dentro de la secundaria postobligatoria.
Sin embargo, los sindicatos de la enseñanza pública han alertado de que la reducción de 2.000 millones de euros en los presupuestos de educación de 2011 tendrá consecuencias "muy graves" en la calidad escolar, con disminución de profesorado, y será "prácticamente imposible" lograr los objetivos educativos de 2020.
El gasto público en educación, incluidas las universidades, ha bajado del entorno del 5 por ciento del PIB de 2009 a menos del 4,8 por ciento en 2011, según estimaciones oficiales.
Otro problema es el de los repetidores, ya que un 15 por ciento de los alumnos del último curso de la ESO arrastran dos o más años de retraso y tienen "claro riesgo" de abandono.
Según la EPA del segundo trimestre de 2011, los trabajadores sin estudios o sólo graduados en ESO soportaban un paro del 33,5 por ciento, frente al 25 por ciento de los titulados en secundaria postobligatoria.
Aunque todas las CCAA tienden a disminuir el abandono, la tasa autonómica mayor triplica a la menor.
Es lo que ocurre entre el País Vasco (12,6 por ciento en 2010) y Baleares (36,7 por ciento), si bien esta autonomía ha bajado desde el 43,2 por ciento en dos años.
Por debajo de la media se sitúan también Navarra (16,8), Asturias y Madrid (22,3), Galicia (23,1), Castilla y León (23,3), Aragón (23,7), Cantabria (23,9) y La Rioja (28,1).
Por encima están Cataluña (29), Comunidad Valenciana (29,2), Canarias (30,4), Extremadura (31,7), Castilla-La Mancha (33,2), Andalucía (34,7), Murcia (35,5), además de Ceuta y Melilla (40,7).
En 2010 la tasa bajó en todas, excepto Asturias, donde subió, y Cantabria, donde se mantuvo.