El Congreso tiene previsto celebrar el próximo miércoles una nueva votación sobre el Valle de los Caídos. Esta vez los partidos tendrán que pronunciarse sobre si el complejo del que forman parte la basílica que alberga las tumbas de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera y la cripta en la que están los restos de más de 30.000 víctimas de la Guerra Civil debe reconvertirse para que deje de ser un "símbolo de agravio y exclusión".
Este es el contenido de la proposición no de ley, recogida por Europa Press, que el diputado del PSOE por Guipúzcoa y exalcalde de San Sebastián, Odón Elorza, defenderá el día 17 de diciembre en la Comisión de Cultura del Congreso.
La intención del autor de la iniciativa es que el Congreso deje claro que el Valle de los Caídos es un monumento "contrario a la cultura de la convivencia, la paz, la concordia cívica y la reconciliación" y que constituye un "símbolo de agravio y exclusión" de "una buena parte de la ciudadanía", por lo que es necesario que el Gobierno promueva "las actuaciones que sean necesarias para proceder a su reconversión y resignificación".
En el texto, el primer partido de la oposición recoge la disposición adicional sexta de la Ley de Memoria de 2007 que asegura que la Fundación gestora del Valle de los Caídos incluirá entre sus objetivos "honrar y rehabilitar la memoria de todas las personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil" así como de las víctimas de la represión política de la dictadura "porque supondrá un progreso moral para la convivencia".
Además de "educar en favor de una memoria democrática compartida, de la paz y el respeto a los derechos humanos", el PSOE quiere que esta entidad persiga el fomento de la cultura de la reconciliación y la convivencia en el seno de la sociedad española y la dignificación de los restos de las 33.847 personas, "de uno y otro bando", que están inhumadas "en mal estado y de manera poco digna en los numerosos columbarios que hay en ocho criptas".
SÓLO RINDE HOMENAJE A UN BANDO
Por ello, subraya, este conjunto monumental debería dejar de ser en la práctica un "espacio exclusivo" de homenaje a las víctimas de una de las partes implicadas en la Guerra Civil.
Elorza recuerda que en 2011 una comisión de expertos, a petición del entonces gobierno socialista, recomendó buscar consensos políticos y sociales para avanzar en la tarea de resignificar y reconvertir el sentido del Valle de los Caídos, dignificar el cementerio, frenar el deterioro general de edificaciones y esculturas y atender las reclamaciones de los familiares de las personas allí enterradas.
Esos expertos también apostaron por crear un espacio de meditación cívica a modo de memorial así como un centro de interpretación e investigación de la historia, por cuidar el parque natural, exhumar los restos de Francisco Franco y que los restos mortales del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, se trasladen a un lugar "no tan preeminente".
Estas recomendaciones han sido compartidas por la misión de trabajo de la ONU que ha visitado España para interesarse por los desaparecidos en la guerra civil. Por eso urge a abordar, lo antes posible, las actuaciones de resignificación del 'Valle de los Caídos' para convertirlo en un punto de referencia donde desarrollar la cultura de la convivencia y que actúe como "un semillero de paz".
EDUCAR EN VALORES DEMOCRÁTICOS
En concreto, pide crear un centro que cuente con un taller de trabajo para educar en valores democráticos como la defensa de la cultura de paz, los derechos humanos y la reconciliación, un espacio de encuentro de ideas democráticas e iniciativas ciudadanas que sirva para gestionar la recuperación de la memoria histórica, la dignificación y el reconocimiento a todas las víctimas.
Bajo esta premisa, los socialistas proponen que el Congreso proclame que "el mausoleo religioso-arquitectónico denominado 'Valle de los Caídos' es contrario a la cultura de la convivencia y de la paz, a la concordia cívica, a la reconciliación de la ciudadanía española y a la rehabilitación de la memoria colectiva democrática de las víctimas de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura franquista".
Y subrayan que lo es "porque su configuración, contenidos y significación representan hoy un símbolo de desprecio a los valores señalados" y "de agravio y de exclusión a buena parte de la ciudadanía". Por eso, aspiran a que la Cámara emplace al Gobierno a "promover las actuaciones que sean necesarias para proceder a su reconversión y resignificación".