La valla fronteriza entre Melilla y Marruecos vive el mayor periodo de calma desde que comenzó una presión migratoria continuada en el año 2012, ya que acaba de sumar tres meses sin intentos de entrada en su perímetro.
Según los datos recabados por Efe, la última tentativa se registró el 1 de mayo, cuando unos 400 subsaharianos trataron de llegar irregularmente a Melilla y ninguno lo consiguió, aunque posteriormente se han dado algunas aproximaciones de pequeños grupos que han sido interceptados por los agentes marroquíes antes de llegar al vallado fronterizo
La calma que vive la frontera melillense contrasta con la situación de 2014, el peor año de presión migratoria, en el que hubo más de 70 saltos masivos a la valla que sumaron más de 22.000 intentos individualizados y 2.100 entradas clandestinas por esta vía.
También hay una disminución en el periodo entre el 1 de enero y el 1 de mayo, ya que en 2014 se registraron 10.000 intentos individualizados de asalto a la valla, en los que entraron unos 1.260 inmigrantes, mientras que en 2015 sólo se han contabilizado 12 tentativas, en las que han participado casi 3.700 inmigrantes y han conseguido su propósito 105 en total.
Esta bajada se extiende también a la vía marítima, ya que en lo que va de año no ha entrado ninguna patera a Melilla, frente a las 10 que llegaron en todo 2014, 7 de ellas entre el 1 de enero y el 1 de mayo, en el que habían entrado 147 inmigrantes por esta vía.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, destacaron días atrás la disminución de la presión migratoria sobre la ciudad y apuntaron como causa los refuerzos en recursos materiales y humanos y las reformas legislativas que ha hecho España, así como el control de Marruecos.
