El expresidente del Gobierno español José María Aznar consideró que Podemos es una "amenaza" para el sistema democrático español por su naturaleza "chavista-comunista".
En una entrevista con el Diario Las Américas publicada hoy, Aznar carga contra el partido que lidera Pablo Iglesias y asegura que este "no cree en el Estado de Derecho" ni en la "independencia judicial", ni en un "sistema democrático libre".
Tampoco aceptan la economía de mercado, agrega el expresidente, para sostener a continuación que el objetivo de los militantes de Podemos es "subvertir" el sistema democrático.
"Podemos es un riesgo político y, si tiene alguna posibilidad de llegar al Gobierno, mucho más todavía", insiste Aznar.
Se pronuncia también sobre la situación venezolana, donde, a su juicio, se detecta una "gran esperanza porque se puede producir un gran cambio democrático que traiga la libertad" a la nación sudamericana.
No obstante, expresa su preocupación por el riesgo de que "se produzca un intento por anular la victoria" obtenida por la oposición en las elecciones legislativas del pasado diciembre.
De producirse, Venezuela continuaría "dentro de lo que es una dictadura del siglo XXI, como es el régimen (del presidente Nicolás) Maduro", apostilla el exjefe del Ejecutivo de España (1996-2004).
Denuncia también al gobierno de Maduro porque "ampara a los terroristas de ETA, a los elementos separatistas más radicales en Cataluña" y, además, " recibe consejos de un grupo como Podemos" que "tiene financiación venezolana e iraní".
En cuanto al acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, Aznar se muestra favorable al restablecimiento de las relaciones diplomáticas, pero criticó que el presidente estadounidense, Barack Obama, "lo haya dado todo y los Castro no se hayan movido un milímetro" de su postura.
"No percibo cambios importantes en el régimen de Castro. La situación de la oposición en Cuba sigue siendo penosa", con "falta de libertades", y la economía está muy deteriorada, precisa.
En ese contexto, Aznar considera que, "probablemente", Washington "ha puesto más de lo que debía" en las negociaciones con La Habana.