ERC ha querido dejar claro que no podía aceptar que JxCat acabara ocupando los tres principales cargos institucionales
JxCat y ERC ultiman el acuerdo sobre la investidura en unas negociaciones que ya están en su fase final, si bien subsisten discrepancias en cuanto a la estructura del Govern que han provocado una interrupción momentánea de unos contactos que se prevé que se retomen de inmediato.
Según fuentes de Esquerra, las discrepancias están sobre todo en la estructura del Govern, pues ERC ha querido dejar claro que no podía aceptar que JxCat acabara ocupando los tres principales cargos institucionales que se prevén para el futuro gobierno catalán.
Estos serían los correspondientes a la denominada "presidencia legítima", que ninguna de las partes negociadoras discute que la tendrá Carles Puigdemont desde Bruselas, la presidencia de la Generalitat "efectiva" en Cataluña, puesto para el que suena con fuerza Jordi Sánchez -aunque está en prisión-, y la consellería de Presidencia, que ostentaría Jordi Turull, en libertad condicional.
Al rechazar este "tres por uno", ERC ha trazado una línea roja en la vicepresidencia del Govern, que ha recalcado que le correspondería designar a su partido y que, en la anterior legislatura, la ocupaba su líder, Oriol Junqueras.
La vicepresidencia designada por ERC evitaría la acumulación de tres altos cargos en manos de JxCat, algo que los republicanos consideran injusto puesto que entre ambas formaciones sólo hubo unos 10.000 votos y dos diputados de diferencia en las elecciones.
Desde ERC tampoco dan por entregada la cartera de Presidencia a JxCat y solo le garantizan la "presidencia legítima" en Bruselas y la "efectiva" en Cataluña.
Sobre los nombres concretos que se barajan para ocupar esas dos eventuales presidencias, fuentes de ERC han señalado que aún no han sido acordados, pero han incidido que el de vicepresidente será decidido de forma exclusiva por su partido.
Las negociaciones sí que han experimentado avances significativos en algunos aspectos, puesto que la "fórmula" por la cual se podrá desbloquear la investidura ya está casi acordada, y sólo falta precisar algunos detalles.
El acuerdo, según fuentes de ERC, pasa por el hecho de que Puigdemont dé "un paso al lado" en su pretensión inicial de ser investido por el Parlament, a fin de posibilitar una investidura "legal y efectiva" que permita nombrar al nuevo Govern y poner fin al 155.
Puigdemont, cuya "legitimidad" sería reconocida en un acto en Bruselas a partir de la semana que viene, quedaría así como el "presidente legítimo", junto con una suerte de "Casa de la República" o "Consejo de la República", proyectos que en todo caso Esquerra exige que se financien con fondos privados para evitar delitos, por lo que se baraja una fundación.
El nombre del líder de ERC, Oriol Junqueras, que permanece en la prisión de Estremera (Madrid) desde hace más de cien días, no ha sido puesto encima de la mesa en una propuesta concreta como candidato a la presidencia de la Generalitat "efectiva", han matizado las mismas fuentes, y únicamente surgió ayer como respuesta a otro nombre dado a conocer por JxCat, el de Jordi Sànchez.