Risas y bromas entre los vecinos de la capital con un cavernícola en la campaña de promoción
Alrededor del 43.000 antes de Cristo, el homo sapiens emigró de África a Europa a través de Oriente Próximo. Eran los hombres de Cromagnon, diestros en la fabricación de útiles, usaban huesos y astas para elaborar arpones y lanzas cuyas sofisticadas puntas se desprendían tras alcanzar su objetivo para causar más daño. Habitaban en tiendas y refugios y eran un pueblo nómada de cazadores-recolectores.
Aunque se les creía extintos, una eslabón perdido de este Cromagnon desembarcó ayer en Jaén capital para arengar a todos aquellos lectores habituales de prensa, que no han descubierto aún VIVA JAÉN. Con pieles, taparrabos y barba de algunos días, el hombre de las cavernas estará con los jienenses hasta mañana miércoles, aunque promete regresar el próximo mes para comprobar si han hecho caso de sus recomendaciones.
Campaña Los lectores de VIVA JAÉN recibieron con sorpresa la campaña de promoción del primer diario gratuito de la ciudad y bromearon con el hombre de Cromagnon. “Vaya vestido de gitana más bonico que te has apañado”, piropeaba una señora en la calle Bernabé Soriano al aguerrido cazador. No fueron pocas las invitaciones que recibió para la Feria de San Lucas de este año, aunque algunos le aconsejaron que debería cortarse la barba, a lo que el cavernícola negaba con la cabeza entre sonidos guturales. Aunque siempre se alimentó de renos, mamut o buey salvaje, al medio día no pudo resistirse y sucumbió a las tapitas de las tascas. Después algunos vecinos del casco antiguo le sorprendieron intentando entrar en la Catedral mientras decía: “menuda cueva tienen estos; no son listos los de Jaén, un periódico gratuito y una cueva como Dios manda, cuando yo lo cuente...”.